Descubren que el temporal cavó bajo Rubine un hueco mayor de lo esperado

Descubren que el temporal cavó bajo Rubine un hueco mayor de lo esperado

QUINTANA. REPARACIÓN DE COLECTOR EN RUBINE

El mal tiempo que reinó durante toda la semana pasada contribuyó a retrasar los trabajos de reparación del colector de aguas residuales que se hundió hace ya una semana, durante la alerta roja del Carnaval. Pero esa no es la única razón de la demora en los trabajos, puesto que los obreros han descubierto que la ola que se filtró en el subsuelo se llevó también una gran parte de la arena que lo compone. El concejal de Regeneración Urbana, Xiao Varela, ya había indicado la semana pasada el problema que supone trabajar en una zona arrebatada al mar, y que tradicionalmente se ha conocido como “El relleno”. 

El  jueves ya fue necesario instalar un entibado metálico para que los obreros pudieran bajar hasta el fondo del boquete y comenzar a reparar las conducciones cegadas por la arena. Los técnicos del servicio del mantenimiento fueron los encargados de instalar esta estructura, de tres por cinco metros, con la ayuda de una grúa. Era imprescindible para que se pudiera “traballar no interior con seguridade absoluta”, como apuntó Varela. 

A pesar de la dificultad añadida que representó el temporal del fin de semana pasado, desde entonces no se ha dejado de trabajar y ayer los obreros se encargaban de rellenar con tierra el boquete, después de haber despejado el colector y las tuberías. Pequeñas apisonadoras y excavadoras se esforzaban para allanar el terreno y dejarlo listo para el hormigón y el asfaltado. 

colmatar

De todos modos, las máquinas tendrán que perforar el asfalto, unos metros más allá del que ahora se está cerrando, para rellenar el vacío que se ha formado en el subsuelo de Riazor. Según los expertos, se trata de la mismo hueco que rellenaron parcialmente en el boquete principal, y que ahora tienen que colmatar desde otro punto. En vez de con simple arena, se rellenará con tierra y cascajo, además de otros materiales de construcción, que ofrecen más resistencia. 

En cuanto a cuándo estará lista la obra, todavía no está claro. En un principio, el Gobierno local se había dado un plazo de entre diez o doce días para concluir los trabajos, aunque eso era antes de que se tuviera conciencia de lo grande que era el boquete que era necesario cegar, y de las dificultades que supondría trabajar en un terreno tan inestable. Aun así, fuentes cercanas señalan que todavía es posible finalizar esta mima semana, si el tiempo acompaña y el cemento fragua a tiempo. 

Las expectativas, de momento, son buenas. El tiempo se mantendrá razonablemente seco hasta el jueves, cuando el pronóstico meteorológico anuncia lluvias, pero no se espera ninguna alerta como las que se vivieron la semana pasada.

Descubren que el temporal cavó bajo Rubine un hueco mayor de lo esperado

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