Las gradas de Navantia Ferrol asistieron ayer a un nuevo hito de la factoría con la colocación de la quilla del sexto Buque de Acción Marítima (BAM) para la Armada Española. Los trabajos se realizaron simultáneamente en las plantas de Ferrol y San Fernando, donde asentaron, también a media mañana, la quilla del quinto BAM. Está previsto que la botadura de ambos barcos se celebre el primer trimestre de 2017.

Estos dos buques forman parte de la extensión de la primera serie de los BAM que se unirán a las cuatro unidades ya existentes a partir de 2018 e incoporan todas las medidas en materia de normativa Marpol sobre medio ambiente. Ejemplo de ello son los nuevos propulsores, tanto auxiliares como de emergencia, o la planta TAR de tratamiento de aguas residuales.

Además, contarán con mejoras encaminadas a disminuir el peso, una adecuación de los espacios para acoger a una dotación mayor y se ajustarán a la normativa sobre prevención y seguridad operativa. Estos quinto y sexto BAM son buques ligeros de casi 94 metros de eslora y más de 14 metros de manga de gran versatilidad en cuanto a misiones y un alto nivel de coordinación con otros barcos de la Armada.

consolidación

En esa línea se pronunció el presidente de Navantia, José Manuel Revuelta, que destacó que, “con esta extensión de dos buques adicionales de la primera serie, no solo se recupera la contratación por parte del Ministerio de Defensa, sino que, además, se asegura la continuidad del programa de los BAM iniciado en agosto de 2006”.

Revuelta aprovechó la ocasión para salir al paso de las acusaciones vertidas por los comités de empresa sobre la carga de trabajo de la compañía y las pérdidas económicas del pasado año anunciadas por la dirección hace apenas un mes.

A este respecto, el presidente del grupo público afirmó que “la carga de trabajo está cambiando y se está consolidando el proceso de transformación para ser una empresa de construcción naval competitiva y sostenible, eminentemente militar, pero también civil, internacional y con capacidad de diversificación productiva”.

El contrato de estos BAM supondrá hasta su entrega más de 2 millones de horas de trabajo tanto para las plantillas propias como para las auxiliares, repartidas en ambos astilleros de Ferrol y San Fernando. Según las cifras que maneja la compañía, durante este período de construcción se generarán más de 240 empleos directos y alrededor de 1.000 indirectos de la industria auxiliar entre Ferrol y San Fernando. 

Estos dos nuevos buques de la Armada Española participarán en misiones como protección y escolta de otros navíos, ejercerán funciones de control del tráfico marítimo, así como de neutralización de acciones terroristas, de piratatería, de narcotráfico o de tráfico de personas. 

Asimismo, prestarán servicio en operaciones de rescate y ayuda humanitaria o de salvamento marítimo. Y ayudarán al control de la legislación de pesca y medioambietal en aguas nacionales e internacionales.