El primer contacto entre los partidos que lograron representación parlamentaria en los comicios andaluces del 22 de marzo auguran una “dura” negociación para la investidura de la candidata del PSOE, Susana Díaz, que tiene muy difícil conseguir los apoyos suficientes, al menos en la primera votación.
La presidenta en funciones de la Junta, Susana Díaz, se reunió ayer con los candidatos del PP, Juanma Moreno; Ciudadanos, Juan Marín; Podemos, Teresa Rodríguez, e IULV-CA, Antonio Maíllo, una ronda de contactos que cerró con el secretario de Organización del PSOE-A, Juan Cornejo.
Todos los partidos, salvo el PSOE, pusieron condiciones para facilitar la investidura de Díaz como presidenta de la Junta, que en el caso del PP pasan por un “gran acuerdo” que garantice que en las elecciones municipales también se respetarán las listas más votadas.
Podemos y Ciudadanos, por su parte, coincidieron en exigir que los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán abandonen sus escaños, e IU dijo que no la apoyará en ningún caso.
Por su parte, el Gobierno andaluz apeló a la “responsabilidad” de todas las fuerzas políticas tras recordar que las urnas otorgaron una “amplia mayoría” al PSOE, y confió en que el “dictamen” de los andaluces “se cumpla”, según dijo el vicepresidente en funciones de la Junta, Manuel Jiménez Barrios.
La jornada comenzó con la reunión entre Díaz y Moreno, que vinculó cualquier pacto para facilitar la investidura de la candidata del PSOE a la firma de un “gran acuerdo” que garantice que en las elecciones municipales de mayo también se respetarán las listas más votadas. No obstante, el popular fue explícito al situar que la posición de su partido es oponerse a la investidura.
“No nos gustan las recetas políticas y económicas del PSOE, de hecho somos un proyecto alternativo y queremos cambiarlas”, aseveró el dirigente, que avisó: “Para gobernar tiene que ceder, eso es evidente”.
Recordó que la responsabilidad de la situación que se ha creado en Andalucía es de Díaz por adelantar los comicios en la búsqueda de una estabilidad que “no ha conseguido”.
La presidenta en funciones planteó al PP-A un acercamiento a partir de cuatro ejes: el empleo, la regeneración democrática y lucha contra la corrupción, la calidad de los servicios públicos (sanidad y educación) y la financiación autonómica.
Podemos, la tercera fuerza política en la Cámara, condiciona por su parte un eventual acuerdo para facilitar la investidura de Susana Díaz a la dimisión “inmediata” de los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán, a que no se ejecuten desahucios sin alternativa habitacional y a que se reduzcan los altos cargos y asesores.
“Chaves y Griñán tienen que dimitir, abandonar sus escaños por responsabilidad política en la gestión de sus gobiernos sobre el fraude de los ERE”, esgrimió Teresa Rodríguez, la candidata a la Junta.
También el candidato a la Junta de Ciudadanos, Juan Marín, confirmó que su partido no estará en el futuro Gobierno andaluz y que se opondrá a la investidura de Susana Díaz mientras los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñan mantengan sus escaños.
En términos parecidos, aunque con otros argumentos, el candidato de IU, Antonio Maíllo, confirmó que su grupo se opondrá a la investidura.