El Eurogrupo se atasca en la negociación de su respuesta económica a la pandemia

El Eurogrupo se atasca en la negociación de su respuesta económica a la pandemia
GRAF2652. MADRID, 19/02/2020.- El ministro de Transportes, José Luis Ábalos (d) junto con la vicepresidenta para Asuntos Económicos, Nadia Calviño (i) a su llegada a la sesión de control celebrada este miércoles e

El Eurogrupo fracasó en su intento de acordar un paquete de medidas económicas frente a la pandemia, tras más de dieciséis horas de negociación, por la imposibilidad de pactar las condiciones de acceso a la línea de crédito que el fondo de rescate europeo activará para responder a la crisis.

Los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea retomarán hoy la reunión, que comenzó en la tarde del martes, con el fin de fraguar un acuerdo que recoja medidas de liquidez a corto plazo para responder a la crisis y perfile un plan de recuperación tras la pandemia, que algunos de los socios quieren financiar con deuda conjunta.

 

Disparo del desempleo

Además de cobrarse la vida de miles de personas, el coronavirus arrastrará a la UE a una profunda recesión y disparará los niveles de desempleo este año.

De ahí que los ministros lleven dos semanas trabajando en un paquete de medidas por casi medio billón de euros para complementar las acciones ya adoptadas, con rapidez y envergadura inusuales, por los Gobiernos y el Banco Central Europeo.

La principal línea de defensa, convertida también en el gran escollo para cerrar un acuerdo, es la activación de una línea de crédito del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), el fondo de rescate europeo, que podría conceder hasta 240.000 millones de euros a los países para hacer frente a la pandemia.

El bloqueo reside en las condiciones que deberían cumplir los países que accedan a las ayudas y, en particular, en las exigencias de Holanda para imponer requisitos específicos a cada Estado para asegurar que las ayudas no salen gratis.

Los Veintisiete están de acuerdo en que las exigencias no pueden ser las mismas que las impuestas en los rescates de la anterior crisis, con programas de austeridad, reformas estructurales o privatizaciones.

Apuestan por que, a corto plazo, las condiciones se centren en asegurar que los fondos se usan solo para la respuesta al coronavirus y, a más largo término, en que los países tengan que cumplir las normas fiscales de la UE para asegurar que sus finanzas vuelven a ser sostenibles.

 

Directrices macroeconómicas

La Haya, sin embargo, sigue reclamando que a largo plazo se apliquen también condiciones macroeconómicas específicas para garantizar que los beneficiarios sanean su economía.

“En la medida en que el MEDE se utilice para el apoyo económico, creemos conveniente vincularlo a la adopción de medidas económicas”, dijo el ministro de Finanzas holandés, Wopke Hoekstra, tras el encuentro.

“Los Países Bajos han rechazado toda concesión sobre el MEDE. Son responsables del bloqueo” en una negociación “muy dura”, apunta una fuente europea.

Holanda e Italia, el país más reacio al MEDE, se enfrentaron sobre este punto en varias ocasiones durante la reunión, según varias fuentes europeas.

También quedan flecos por cerrar con respecto al fondo contra el paro “Sure” propuesto por la Comisión Europea, que contaría con 100.000 millones de euros en préstamos para evitar despidos.

Algunos países insisten en dejar claro que se tratará de un instrumento temporal para la pandemia que no terminará convirtiéndose en un seguro de desempleo europeo permanente, pero se trata de una cuestión de lenguaje que debería quedar resuelta hoy, según varias fuentes.

Sí quedó pactado el fondo de garantías de 25.000 millones de euros del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para movilizar hasta 200.000 millones en financiación a empresas, tercer pilar del paquete.

El Eurogrupo sigue dividido sobre la posibilidad de mutualizar deuda europea, un debate que se enmarca dentro de la negociación sobre cómo financiar la recuperación tras la pandemia.

Una decena de países, entre ellos España, Italia o Francia, apuestan por esta medida, que rechazan de plano Alemania, Holanda o Austria, entre otros Estados, donde el simple debate sobre los “eurobonos” o “coronabonos” es políticamente tóxico.

Esta brecha hacía de antemano imposible que de la reunión saliese un acuerdo sobre la mutualización de deuda, pero algunos países, entre ellos España, querían que al menos se mencionase en las conclusiones que se transmitirán a los jefes de Estado y de Gobierno, que son quienes decidirán sobre el plan de recuperación.

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