Pilar Cernuda cree que las nuevas generaciones de periodistas "serían mejores si leyeran"

Pilar Cernuda cree que las nuevas generaciones de periodistas "serían mejores si leyeran"
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 Cuando la dictadura franquista daba sus últimos pasos en 1972, Pilar Cernuda comenzaba su carrera. Estudiar periodismo en la Transición fue un privilegio para esta profesional gallega, que hoy en día detecta "carencias culturales importantísimas" en las nuevas generaciones de periodistas.

"Tienen que darse cuenta de que no todo está en Google, hace falta saber, hace falta leer, hace falta el dominio del lenguaje (...) Serían mucho mejores periodistas si además leyeran", reflexiona Cernuda en una entrevista con Efe, en la que repasa su trayectoria y analiza la situación de los medios de comunicación.

Se encuentra cómoda en todas las facetas de la profesión, aunque reconoce que lo que más le gusta es escribir, y es de las que opinan que Internet no acabará con los medios clásicos porque hay hueco para todo el mundo: "la reflexión que te encuentras en la prensa escrita no podrá desaparecer nunca".

 

PREGUNTA: ¿Cuál es su radiografía de la situación actual de la profesión?

RESPUESTA: En los casi 40 años que llevo trabajando nunca la he visto tan mal como ahora. Y es que nos ha pillado la crisis de lleno y hemos visto como se han cerrado muchos medios. La salida en estos momentos están siendo los periódicos digitales pero hay tantos que tampoco hay publicidad para todos. Es un momento difícil. Además, a diferencia de cuando yo estudié, que había cuatro facultades de Periodismo en España, ahora debe haber más de un centenar, y no hay trabajo para todos, lo que resulta realmente dramático porque hay gente muy preparada y sin perspectivas.

 

P: ¿Alberga esperanza?

R: Nunca se puede perder la esperanza. Aunque hay que mentalizarse de que el trabajo no te busca a ti, hay que buscarlo, no te puedes quedar en casa llorando, sino pelear por encontrar un puesto de trabajo. No es fácil, pero no lo encuentras si no peleas.

 

P: ¿Estamos ahora más acomodados los periodistas que los de su generación?

R: No. Lo que pasa que en nuestra generación encontrábamos siempre trabajo. Todos empezábamos a trabajar mucho antes de terminar la carrera porque había trabajo. Además, nuestra época era apasionante, hacer periodismo en la Transición fue un privilegio, fue apasionante para todos nosotros.

 

P: Su generación ha vivido el esplendor de esta profesión en España. ¿Por qué ahora los ciudadanos no ven con buenos ojos a los periodistas?

R: Hay un movimiento generalizado de crítica hacia los personajes públicos de cualquier tipo. Corrupción hay muchísima en España, pero la ha habido toda la vida, lo que pasa que aquí nos gustaba más presumir de picaresca. España es un país en el que se premia al que copia en un examen o al que no paga Hacienda, y en otros países la persona que copia o hace trampa para conseguir un puesto desacreditando a un compañero, es considerado un maldito y expulsado, incluso vergonzosamente de la profesión.

Pero en España no y el problema es que los que son personajes públicos tienen en este momento más focos puestos sobre él. Y los periodistas, para bien o para mal, somos personajes que tenemos esa proyección pública: hablamos en radio, aparecemos en televisión, firmamos en periódicos...

También hay intrusismo, todo el mundo sabe periodismo y eso incrementa el descrédito, además de que las tertulias periodísticas han perdido mucha entidad. Creo que buscando audiencia, algunas de ellas apuestan más por el circo que por el rigor y la seriedad.

 

P: ¿Qué dotes hacen falta para ser un buen periodista?

R: Que te guste la profesión es lo más importante, pero también hace falta cultura y a veces lo echo de menos en algunas personas de las nuevas generaciones, que tienen un nivel de las nuevas tecnologías infinitamente mayor al mío, hablan un nivel de inglés perfecto, que el mío no lo es, pero luego tienen unas carencias culturales importantísimas. Y tienen que darse cuenta que no todo está en Google, hace falta saber, hace falta leer, hace falta el dominio del lenguaje porque a veces te encuentras una pobreza tanto en el escrito como en el verbal... Estos buenos periodistas de las nuevas generaciones, serían mucho mejor si además leyeran. ¡Es que hay periodistas que no leen los periódicos!

 

P: Su formación inicial fueron las ciencias y llegó incluso a empezar los estudios de Arquitectura, ¿qué le llevó finalmente a optar por el Periodismo?

R: Siempre digo que estudié la carrera de primero de Arquitectura porque tardé tres años en hacer primero, pero lo hice. En aquella época no había selectividad, sino que el primero de las carreras técnicas era un poco la selectividad y no pasabas a segundo si te quedaba alguna. Y me quedó geometría descriptiva, así que pensé que no podía estar un año entero estudiando una asignatura y me metí en Periodismo. Me parecía que era entretenida, que no era muy difícil -mi hermano la estudiaba y veía los ejercicios que hacía en casa-, me matriculé y me enganché. Aprobé la descriptiva -por eso digo que tengo la carrera de primero de Arquitectura-, pero ya me quedé en Periodismo.

 

P: Ha trabajado en medios públicos y privados ¿Hay diferencia? ¿Existen más presiones en uno u en otro?

R: Debe haberla, pero yo no la he sentido. Soy una privilegiada. Tampoco he sentido nunca que me trataran de diferente manera por ser mujer. Y nunca me he sentido condicionada cuando he trabajado en medios públicos. Tengo que decir que la única vez que me llamaron para darme alguna indicación fue siendo tertuliana en RNE -era la etapa del Gobierno de Aznar- y nos llamó el director de informativos para decirnos a todos en general que fuéramos menos hirientes con el PNV, era la época del Plan Ibarretxe. Es la única vez que he recibido una sugerencia. La única vez y llevo 40 años en esto.

 

P: Ha tocado todos los palos: prensa, radio, TV, agencia ... ¿Qué medio prefiere? ¿En cuál se encuentra más cómoda?

R: En todos me encuentro cómoda. La inmediatez de la radio y la televisión es emocionante, pero me siento muy cómoda escribiendo. Como soy muy visceral, a veces meto la pata porque no soy capaz de morderme la lengua; sin embargo, cuando escribo soy más reflexiva. Me gusta mucho, muchísimo escribir.

 

P: Siempre ha estado muy vinculada a la información política. ¿Le hubiera gustado hacer otras cosas?

R: Yo quería hacer información cultural, de sociedad, pero la vida te va llevando. También he hecho mucha cultura, sociedad, pero al final vas rellenando los huecos que necesitan en una redacción. Nunca pensé que me iba a dedicar al periodismo, luego nunca pensé que me iba a dedicar al periodismo político, luego nunca pensé que iba a hacer mucha información de la Casa del Rey, y sin embargo, la vida te va llevando y te ponen donde necesitan a alguien y piensan que tú lo puedes hacer.

 

P: En Internet parece que se está regalando el trabajo del periodista ¿Acabará eso con los medios clásicos?

R: No, creo que hay hueco para todo el mundo. Cuando se inventó la radio se decía que iba a acabar con la prensa escrita y no fue así. Cambia la prensa escrita pero no desaparece, sé que muchos de mis compañeros no piensan esto, que creen que poco a poco va a desaparecer. Hay distintas fórmulas para ello, pero creo que la reflexión y el análisis que te encuentras en la prensa escrita no podrá desaparecer nunca.

Pilar Cernuda cree que las nuevas generaciones de periodistas "serían mejores si leyeran"

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