Nadege (23), Cecilia (21) y Thirza (18) acaban de llegar a Ferrol para realizar su servicio de voluntariado europeo. Esta iniciativa de la Comisión Europea, que en la ciudad naval está coordinada por la asociación juvenil Xeración, tiene como objetivo darle a gente joven –de entre 18 y 30 años– la posibilidad de colaborar, entre 2 y 12 meses, con una asociación de un país extranjero.
En este caso, Nadege ha venido desde Francia para quedarse 10 meses, mientras que Cecilia y Thirza han venido desde Polonia y estarán aquí por un periodo de 10 y 6 meses, respectivamente.
Francisco Sequeiro, coordinador de Xeración, explica que lo que buscan principalmente al seleccionar voluntarios es motivación. “Es un programa abierto a todo el mundo, es decir, no necesitas tener un título o un diploma específico ni un nivel de idiomas certificado. Nosotros a lo que le damos más prioridad es a la motivación y a las ideas que puedan aportar. En el caso de las chicas que han venido, las hemos seleccionado porque en las entrevistas demostraron unas ideas, una energía y una pasión por organizar actividades en Ferrol que fue mejor que la del resto de candidatos. Eso, junto con un nivel suficiente de inglés para poder llevarlas a cabo, fue lo que nos hizo optar por ellas”, asegura.
Durante su estancia, las tres chicas van a estar trabajando en la organización de cursos de idiomas, eventos culturales y actividades dirigidas a la gente joven. Lo que Xeración pretende con esto es volver a llenar de vida la Casa da Xuventude de Ferrol, donde han mudado su base apenas hace un mes. “La idea es que al tiempo que aportan algo a la comunidad, especialmente algo de interés para la gente joven local, puedan aprender ellas cosas interesantes a nivel de gestión de proyectos, organización de eventos, promoción, etc.”, señala Sequeiro.
Precisamente, este es uno de los aspectos que las tres voluntarias mencionan al preguntarles qué es lo que esperan aprender con este proyecto. “Habilidades lingüísticas y profesionales básicas, como organizar proyectos internacionales, eventos de concienciación. Es una experiencia humana y también profesional para adquirir habilidades que pueden ser útiles posteriormente. Quiero aprender español porque quizás vaya a Sudamérica en el futuro. También descubrir cosas nuevas sobre mí porque nunca he vivido con otras personas y estoy segura de que voy a hacer cosas que nunca antes había hecho”, relata Nadege. Para Thirza también es la primera vez que vivirá fuera de su hogar familiar. “Me gustará trabajar ese área y aprender cómo soy capaz de manejarme con eso. Necesitaba un descanso de mis estudios, antes de la universidad, entonces veo esto como una forma de crecimiento personal. Además, me gustaría desarollarme principalmente en la parte artística y organizar proyectos. Quiero aprender español y quizás incluso gallego y me encantaría llegar a conocer tan bien como me sea posible esta parte de España”, explica. Por su parte Cecilia destaca la oportunidad de poder aprender cómo organizar por ti mismo actividades desde cero y de trabajar en equipo con personas de distintas culturas. “Es una buena manera de aprender un montón: un nuevo idioma, una nueva cultura, hacer amigos nuevos. Experimentar cosas que yo nunca había experimentado antes”, señala.
Las tres voluntarias ya habían visitado España en otras ocasiones, pero esta es su primera estancia en el noroeste peninsular. Tampoco es el primer trabajo voluntario que realizan. Cecilia trabajó en eventos de matiz social y cultural; Thirza en dos festivales de su ciudad natal ayudando a su promoción; y Nadege fue voluntaria durante dos años en París en una asociación cuyo objetivo era mostrarles a los niños pobres una atmósfera distinta a la que tenían en casa, trabajando individualmente con ella. Además, la francesa hizo servicio cívico algo que, según explica, es bastante similar al voluntariado que están realizando actualmente. “Las condiciones eran más o menos parecidas. El objetivo era hacer algo por nuestra sociedad y estaba también enfocado en el campo cultural y en el departamento internacional de la asociación en la cual yo estaba”, cuenta.
Este es el tercer año que Xeración trae a voluntarios europeos a Ferrolterra. “Somos la única entidad en la comarca que lo organiza y queremos dar a conocer esta oportunidad, no solo para que la gente venga, sino también para que la gente se vaya. Enviamos jóvenes de toda España, pero siempre le damos prioridad a los que sean de esta zona. Ahora mismo tenemos dos chicos haciendo su servicio de voluntariado en Polonia y una chica de Narón que va a estar un año en Letonia. Es un programa muy inclusivo que permite tanto irse varios meses con el servicio de voluntariado europeo, como empezar una semana en un intercambio juvenil y vivir esa experiencia de conocer gente de toda Europa y abrir un poco la mente a otras realidades. Y todo ello a gastos pagos, tanto en el caso de la gente que viene como en el de la que se va”, explica el coordinador de Xeración. Desde la asociación animan a los jóvenes ferrolanos a que los sigan en su Facebook para estar al tanto de las actividades que van a organizar en los próximas semanas. l