Narón y Ares vivieron ayer sendas jornadas de celebración entorno a productos típicos de las localidades como son la almeja rubia y la jibia. En este último se acabaron vendiendo las mil raciones que se tenían previstas –800 al mediodía y las restantes a la noche, tal y como explicaba ayer la concejala de Cultura de Ares, Alma Barrón–. “Estamos contentos con la participación”, puntualizó, “se incrementó ligeramente con respecto a la del año pasado”. La jornada festiva, que se desarrolló en el parque Rosalía de Castro, estuvo amenizada por el grupo tradicional de gaitas Trouleada y se completó con una fiesta infantil a partir de las cinco de la tarde en la que no faltaron los hinchables ni la espuma. El emplazamiento albergó también la campaña de reciclaje de la Xunta “Separar con xeito”.
Narón, por su parte, vivió la vigésima edición de la Alteada, una fiesta de exaltación de los productos de la ría y que por segundo año se dedica a la almeja rubia que fue suministrada para la ocasión por la Cofradía de Pescadores de Barallobre.
Un total de 600 de raciones se vendieron de un menú en el que no faltó el bivalvo preparado en salsa marinera, paella, sobremesas y bebidas.
La festividad, que se inició hace veinte años en un robledal junto al paseo marítimo de Xuvia con una mejillonada, no olvida el carácter reivindicativo con el que nació, denunciar el estado en el que se encuentra la ría. “Afortunadamente agora vemos que a situación mellorou e a ría non ten o mal olor de hai dous anos”, puntualizó el presidente de la AVV Altea de Xuvia, organizadora del evento en colaboración con el Concello de Narón. La cita también contó con música en vivo que hizo bailar a los asistentes hasta bien entrada la tarde, disfrutando así de las buenas condiciones meteorológicas de la jornada. l