Galicia registró en 2016 su peor saldo vegetativo desde que hay registros (desde 1975 según los datos del Instituto Galego de Estatística (IGE)), con 12.521 muertes más que nacimientos.
En concreto, en 2016 se registró la mayor cifra de fallecidos en Galicia desde 1975, con un total 31.757, mientras que los nacimientos continúan a la baja (desde 2009) y se quedan en 19.062. Hace más de 25 años que la Comunidad no presenta un saldo vegetativo positivo.
En la comparativa con 2015, los nacimientos de 2016 disminuyeron en 305 (-1,9%), mientras que las defunciones aumentaron en un total de 69 (+0,2%), según el IGE. El 79,6% de los nacimientos de 2016 se corresponde con madres con residencia en las provincias de A Coruña y Pontevedra. Además, se constata el retraso en la edad en la que las mujeres tienen hijos, ya que los nacimientos de madres de 40 y más años representan ya el 10,2% del total, frente al 4,1% de 2006.
En 2016, el 78,2% de los nacimientos fueron de madres de más de 30 años, mientras que una década antes representaba tan solo el 65,4%. Asimismo, solo el 19,9% de las madres de nacionalidad española tenía menos de 30 años, mientras que las madres de nacionalidades extranjeras de menos de 30 alcanzan el 47,5%.
En lo tocante a las defunciones, según los datos del IGE, el 46,9% de los 31.757 fallecidos tenían 85 o más años. La mayor parte de las defunciones se produce cada vez en edades más elevadas. Los datos arrojan que en las mujeres se producen en edades más tardías que los hombres. El 52,8% de los hombres que murieron en 2016 tenía 80 o más años, mientras que el 76,9% de las mujeres estaba en ese grupo de edad.
De este modo, solo 14 de los 314 ayuntamientos gallegos presentaban un saldo positivo en 2016. Entre las siete ciudades, todas cuentan con cifras negativas. Ames es el ayuntamiento con mayor saldo vegetativo positivo, 193 nacimientos más que muertes. Le sigue Arteixo (97), O Porriño (45), Salceda de Caselas (35), Cambre (32), Barbadás (28), Poio (22), Culleredo (19), Ponteareas (18), Oroso (16), Gondomar (11), Soutomaior (10), Carral (1) y San Cibrao das viñas (0). En 2016 hubo en Galicia 9.379 matrimonios (133 de ellos del mismo sexo), lo que supone un incremento del 1,5% respecto a 2015. Aquí, también hay un retraso en la edad del casamiento, pues el 86% de los hombres y el 76,3% de las mujeres tenían 30 o más años, mientras una década antes esos porcentajes suponían el 62,6% para los hombres y 47,8% para las mujeres.
Por provincias, A Coruña fue en la que hubo más matrimonios (4.184), mientras que Ourense no se alcanzaron los 1.000 casamientos en el año 2016. En cuanto al 2017, el primer semestre se cerró en Galicia con un total de 16.812 defunciones, mientras que los nacimientos se han limitado a un total de 8.870. Con estos datos, que hizo públicos el Instituto Nacional de Estadística (INE), el saldo vegetativo de la población gallega es negativo en 7.942 personas. En contraste con las cifras del mismo período del año anterior, se refleja un aumento del 2,3% en los fallecimientos y una caída del 5,8 por ciento en el número de nacimientos.
En la segunda comunidad con el mayor índice de envejecimiento de España (solo por detrás de Asturias) según datos de 2016, la tasa bruta gallega de natalidad es la tercera peor del Estado (tras Castilla y León y Asturias). l