Bilbao se tiñe de rojo y blanco en una jornada de fiesta

Bilbao, 7 feb (EFE).- Los aficionados del Athletic Club y el Mirandés disfrutaron de una jornada de fiesta copera en la que la ciudad ha vivido con intensidad las horas previas al partido teñidas de rojo y blanco en la capital vizcaína.

Balcones engalanados con banderas del Athletic y centenares de personas ataviadas con la camiseta rojiblanca han ido 'calentando' desde la mañana un día gélido en lo climatológico -con temperaturas que apenas sobrepasaban los cero grados- pero que ya avanzaba parte de lo que se iba a vivir horas más tarde.

Uno de los puntos clave de este martes ha sido la despedida que cientos de seguidores, convocados sobre todo a través de distintas redes sociales, le han brindado al equipo a la salida del hotel de concentración una hora y media antes del comienzo del partido.

En los apenas cinco minutos de trayecto hasta el campo el autobús en el que viajaban los rojiblancos ha sido jaleado desde las cunetas por los aficionados con gritos de 'Athletic, Athletic' iluminando su paso con bengalas.

En el inicio del recorrido se han registrado algunos incidentes tras los cuales un fotógrafo de prensa ha tenido que ser evacuado al hospital de Basurto con heridas en su mano derecha "después de ser golpeado por la Ertzaintza", según ha denunciado posteriormente el medio para el que trabaja, 'El Mundo del País Vasco'.

Ya en el campo, la fiesta ha continuado. Sin ser comparable al tremendo ambiente de hace tres años en la semifinal frente al Sevilla, 'La Catedral', abarrotada por cerca de 40.000 personas, un millar de ellos llegados desde Miranda de Ebro, ha estallado definitivamente con el gol marcado por Muniain a los once minutos.

Con el ondear de bufandas al viento y entonando la clásica en San Mamés aria de la ópera Aida, la grada celebró los goles del Athletic en el primer tiempo.

A la fiesta bilbaína, no obstante, se sumó el cerca de millar de aficionados mirandeses que fueron llegando a lo largo del día y que no pararon de animar a su equipo ya en el campo. En el segundo tiempo, el estadio coreó 'si, sí, sí, nos vamos a Madrid'.

Bilbao se tiñe de rojo y blanco en una jornada de fiesta

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