La concejala de Urbanismo, María Fernández Lemos, anunció ayer que se ha dado orden de desbloquear la tramitación de licencias de terrazas que se había paralizado por lo que la edila atribuye a una decisión política del anterior gobierno. Con la entrada en vigor de la ordenanza aprobada por el ejecutivo de Rey Varela, el 1 de septiembre de 2014, se anulaban todos los permisos anteriores y se obligaba a solicitar autorizaciones con arreglo a las nuevas normas. Se presentaron –dijo Fernández Lemos– 124 peticiones, pero –según le informaron los funcionarios– ninguna de ellas recibió curso porque no se cumplieron los trámites preceptivos. Esta situación se traduce, de hecho, en que la totalidad de las terrazas existentes en Ferrol son, hoy por hoy, ilegales.
La decisión del nuevo gobierno es continuar con la tramitación de todos estos expedientes. A buena parte de ellos les falta algún requisito, como la presentación de planos de situación de las mesas, el seguro, la licencia del local, etc., por lo que se requerirá a los propietarios que solventen estos problemas. A continuación, tendrán que recibir el visto bueno de la comisión de terrazas y los informes favorables de Patrimonio y de la Policía Local.
María Fernández no quiso fijar un plazo para que se resuelvan todas estas cuestiones, pero, a pesar de que reconoció que el nuevo gobierno podría introducir cambios en esa normativa aprobada por el PP, señaló que las ordenanzas están para cumplirlas. También avanzó que en su momento, y en función de la disponibilidad de personal, se realizarán inspecciones para constatar que las terrazas disponen de la preceptiva licencia –en Ferrol hay instaladas más de las 124 que pidieron el permiso– y se ajustan a la legalidad. En este sentido hizo un llamamiento a los hosteleros para que intenten adaptarse a las normas en vigor.
La concejala se refirió asimismo a la obligatoriedad de que las terrazas estables situadas en una misma zona presenten un aspecto homogéneo y señaló, en este sentido, que un grupo de hosteleros de Amboage ha presentado ya una planificación que se ajusta a una ocupación del 20% de la plaza, con un máximo de 21 mesas por local. Recordó, no obstante, que ningún establecimiento puede tener más de una terraza, algo que ahora mismo se incumple en algún caso. La edila animó a los hosteleros del Cantón a presentar también un proyecto.
Por otra parte, la responsable de Urbanismo anunció que se atenderá, en la línea de lo que ya se venía haciendo, la petición formulada por hosteleros de las calles Pardo Bajo, María y Magdalena para que estas se cierren al tráfico durante el verano de modo que se permita la instalación de terrazas. Desde la una de la tarde no se permitirá el paso de vehículos en el período comprendido entre el 1 de julio y el 15 de septiembre, aunque si este último mes hace buen tiempo se contemplará la posibilidad de ampliar la medida hasta el 30.