Esta semana quedará finalizado, según las previsiones que maneja el concejal de Urbanismo, Guillermo Evia, uno de los elementos más llamativos de las obras del Cantón de Molíns: la pajarera, con la que se pretende recuperar un espacio que ya existía en la fisonomía antigua de la alameda y que ahora se “reinterpreta” con nuevos materiales y un diseño actualizado. En su día albergará aves pero también un invernadero, aunque para concretar esta cuestión habrá que aguardar a que finalicen las obras.
A pesar de “la mala suerte que tuvimos con el tiempo”, Evia está satisfecho del avance de las obras, que están cumpliendo los plazos con creces. Hay cerca de 40 personas trabajando a diario en diferentes espacios, también colocando el adoquín y la piedra antigua con los que se pavimentará buena parte del Cantón.
Las obras estarán finalizadas para el verano, como las de los jardines de San Francisco, dijo el concejal de Urbanismo, que insistió en que “yo no voy a parar las obras por las elecciones, sigo trabajando todos los días pero tampoco se está forzando la máquina, lo importante es que se hagan bien y en el menor tiempo posible, como se hizo durante todo el mandato”.