La infección crónica por el virus de la hepatitis B o C es padecido por cerca de 325 millones de personas. Los contagios más comunes son por medio de instrumental no esterilizado, transfusiones de sangre, relaciones sin protección con alguien infectado, de la madre al hijo durante el parte o lactancia y por compartir productos de higiene personal, entre otros. Hoy se conmemora el día mundial contra las hepatitis víricas y desde muchas organizaciones médicas y sociales se hace un llamamiento a un mayor compromiso político que permita una pronta erradicación de esta patología.
De hecho, el lema de este año de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la celebración de este 28 de julio reza “es hora de diagnosticar, tratar y curar”, remarcando que hay que darle una prioridad mayor a esta enfermedad en el ámbito de las respuestas de la salud público no solo a su tratamiento, sino también a su prevención y a la realización de pruebas.
La asociación gallega de trasplante Airiños, que forma parte de la Federación Nacional de Enfermos y Trasplantados Hepáticos (Fneth) se une a esta reivindicación.
Su presidente, Abelardo Sánchez Sanjurjo, natural de Ferrol, destaca la necesidad de realizar un cribado entre toda la población con el fin de que afloren todos esos casos que permanecen sin diagnosticar. Apunta, también, que aún es notablemente alto el porcentaje de la población española que se estima que está infectado con el virus y lo desconoce –en torno al 2 o 3%–.
El propio Abelardo está muy concienciado con la causa pues el descubrió que padecía una hepatitis, en su caso de clase B de tipología autoinmune, cuando fue a realizar una donación de sangre. “Había estado inactiva mucho tiempo, pero se me activo de forma fulminante y acabó con mi hígado en 15 días. Mi única opción, puesto que por aquel entonces aún no existía vacuna, era que un trasplantes llegará a tiempo.”
Por suerte, el ferrolano, gracias a la solidaridad de otra persona, pudo continuar con una vida placentera. Esta experiencia cercana a la muerte le hizo querer devolver a la sociedad un poco de lo que se le había dado a él fomentando la donación por medio de Airiños.
Precisamente, la donación es muy importante para los enfermos de hepatitis, pues son pocos los casos en los que se generan anticuerpos que permiten que el enfermo se recupere por si solo.
Gracias a las negociaciones, en las que estuvo en primera línea también el ferrolano, en 2015 de la Fneth con la administración se aprobó el Plan de Abordaje de la Hepatitis C.
Este ayudó a que se suministrase a todos los afectados un medicamento que, a día de hoy, se estima que ayudado a curarse a más de 100.000 personas.
Mediante esta nueva campaña pretenden diagnosticar a todas aquellas personas que desconocen estar en posesión de la infección.
“Queremos implicar a la administración y a las instancias médicas para que cuando hagan analíticas pidan la serología, sobre todo en gente de riesgo que pueda haber sospecha, para que así llegue un momento que podamos hablar de erradicación de la enfermedad” apunta Abelardo.
La federación nacional está realizando una recogida de firmas con esta petición a través de Change.org. l