La actriz Drew estadounidense Barrymore vuelve a la pequeña pantalla con la segunda temporada de “Santa Clarita Diet”, la comedia de Netflix en la que interpreta a una agente inmobiliaria que lleva una vida tranquila junto a su marido y su hija adolescente hasta que se convierte en zombie.
En la primera temporada, los Hammonds comienzan a asimilar la nueva condición de inmortal de Sheila, el personaje que interpreta Barrymore, cada vez más preocupada por seguir, en la medida de lo posible, con su apacible rutina, y evitar ser encasillada como un simple monstruo.
Pero en la segunda temporada, que debuta el 23 de marzo, Sheila y su marido Joel, que interpreta Timothy Olyphant, verán que, pese a haber afilado su habilidad para matar sin dejar rastro, el número de desaparecidos en Santa Clarita (la localidad de California donde transcurre la serie) ya no puede pasar desapercibido, y cada vez les será más difícil conseguir carne humana que llevarse a la boca.
En declaraciones a un grupo de periodistas, entre ellos Efe, Barrymore reconoció que retomar la serie fue todo un reto, primero porque tuvo que perder peso, pero sobre todo porque le costó pasar de la actitud de “novata” de la anterior temporada a la “seguridad” que exhibe en la segunda sin dejar de ser divertida.
Barrymore explicó que durante el rodaje tuvo que mentir varias veces a sus hijos cuando le preguntaban qué era la sangre falsa que a veces tenía en el cuerpo.
“Teníamos una ducha muy antigua y muchas noches no me quitaba toda la sangre y, cuando volvía a casa, mis hijos siempre me decían ‘Mamá, ¿qué es eso?¡’ y yo les respondía: ‘¿Pintura? ¡Sí, hoy estuvimos pintando en el trabajo. Así que les tenía que mentir un par de veces a la semana”, confesó Barrymore.
Para Timothy Olyphant, la serie ganó en calidad en su segunda temporada: “Las actuaciones mejoraron y se tornaron más complejas, y en este caso también más divertidas, lo que fue muy gratificante”.
“La esencia de la serie es esa extraordinaria contradicción, y es que tienes, por una parte, que matar a gente para comértela y sobrevivir, pero a la vez hay que mantener algún hilo de cordura y de normalidad mientras tiras para adelante tu familia y crías a una hija adolescente”, resumió Olyphant.