Reportaje | Negocios emblemáticos de la ciudad echan el cierre sin planes de sucesión

Reportaje | Negocios emblemáticos de la ciudad echan el cierre sin planes de sucesión
La Bola De Oro

Ferrol ha acusado especialmente en los últimos tiempos la pérdida de locales emblemáticos. En la calle Galiano cerró este verano la mítica zapatería Pepe Rodríguez, después de 80 años prestando servicio. El negocio se quedó sin sucesión familiar y tampoco han prosperado, hasta la fecha, las negociaciones para traspasar la actividad. María José Seco regentaba el negocio desde que su marido e hijo de los fundadores, Pepe Rodríguez, se jubiló. A escasos meses de retirarse ella también se mostraba confiada de que el negocio no se convirtiera en otro local vacío en la ciudad. Lamentablemente, a día de hoy, Calzados Pepe Rodríguez es eso, un local vacío más.
Otro negocio ilustre y consagrado que también cerrará sus puertas después del verano en la calle Galiano, es la tienda de lencería El Cisne. Un establecimiento comercial que echó a andar en una época convulsa, en plena Guerra Civil, en el año 1936, de la mano de Concepción Labajo Mera y José María Criado Luaces. En el año 1969 Pepe Criado, su hijo, se haría cargo del negocio familiar, trabajo que compartiría con su mujer, Mila Rodríguez, quien regenta la tienda en solitario desde que se jubiló su marido hace tres años. Esta sostiene que aunque siente pena por tener que cerrar, también se merece un descanso. “Llevamos toda la vida aquí, 82 años al pié del cañón, yo creo que ya es hora de disfrutar de unas buenas vacaciones”, asegura. No obstante, aunque el negocio podría traspasarse finalmente a algún interesado, Mila prefiere “no pensar en esas cuestiones hasta después del verano, ya veremos entonces si se echa el cierre definitivamente o no”.
La Bola de Oro
Otro ilustre y consagrado negocio familiar de la ciudad en el que se avecinan cambios es la churrería La Bola de Oro. Sus actuales propietarios, Rafael López y Begoña Martínez, dejarán de regentarlo a partir del próximo mes de abril, fecha en la que Rafael se jubila. Aunque no habrá relevo generacional, este emblemático establecimiento con más de medio siglo a sus espaldas, sigue funcionando, como destacan sus propietarios, “a pleno rendimiento”, razón por la cual no le faltan pretendientes. Por esta razón confían en que el negocio no desaparezca con su marcha y que los ferrolanos puedan seguir degustando sus famosos churros y exquisito chocolate. La Bola de Oro nació de la mano de una saga de churreros que llegó a Ferrol con su puesto ambulante en los años 60 y se instalaron aquí definitivamente, primero con un puesto en el Cantón y después en la calle de la Iglesia.

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