La mayor parte de las autonomías aprobaron desde el fin del estado de alarma en junio pasado decretos para sancionar los incumplimientos de las normas que quieren evitar la expansión del coronavirus y que sirvieron para generalizar el uso de mascarillas, pero no tuvieron el mismo efecto para frenar los botellones.
Las sanciones mantienen, en general, unas cantidades muy similares en las comunidades, que oscilan entre los 100 euros por no llevar la mascarilla, una falta que se considera leve, hasta los 600.000 las más graves por no cumplir los horarios de cierre de los establecimientos u organizar fiestas privadas o botellones.
La falta de disciplina más común que fue sancionada es no llevar la mascarilla, según se desprende de los datos facilitados por diferentes administraciones regionales y locales, aunque en muchos territorios esta norma se va cumpliendo cada vez más, especialmente desde que los contagios se fueron incrementando.
Los datos de los cientos de sanciones impuestas hasta ahora se refieren, básicamente, al uso de la mascarilla o la celebración de actos multitudinarios, aunque es previsible que en las próximas semanas se extiendan al incumplimiento de cuarentenas y aislamientos de personas contagiadas, según fuentes consultadas.
En Andalucía, se registraron un total de 10.426 denuncias a los ciudadanos, según datos facilitados por la Junta, la mayoría por no usar mascarilla, de las que 7.302 correspondieron a las policías locales, y el resto a la Guardia Civil, Policía Nacional y la Policía adscrita a la comunidad autónoma, y 23 a la Inspección Sanitaria.
En la Comunidad de Madrid solo se permiten reuniones privadas y públicas de un máximo 6 personas, después de haberlas limitado a 10 personas el pasado 4 de septiembre, cuando también se pusieron en marcha otras como la de limitación de aforos del 75 al 60 % en celebraciones, banquetes y lugares de culto.
Hasta el 15 de septiembre hubo más de 11.000 propuestas de sanción en la ciudad de Madrid por no cumplir con esta obligación, según fuentes municipales
En Cataluña, se interpusieron un total de 140.000 sanciones desde el inicio del estado de alarma, de las que unas 50.000 se tramitaron como multas, casi todas por incumplimiento de las normas sanitarias, marcando así el récord entre las comunidades que ofrecieron datos.
En Baleares, se prevé también la creación de “unidades operativas anti-Covid-19” formadas por inspectores de las distintas administraciones y policías, unos equipos de intervención conjunta que hicieron desde el 10 de julio 605 inspecciones, sobre todo en locales de ocio (también en algún hotel y comercio) y levantaron 409 propuestas de sanción.
La Conselleria de Administraciones Públicas está tramitando en total 1.129 actas de infracción en los 67 municipios de Baleares.
En Oviedo, se interponen una media de entre 7 y 10 multas diarias por no llevar mascarilla, y en las últimas semanas aumentaron las relacionadas con la organización de botellones, las fiestas privadas y en locales de ocio, una situación similar a la de Gijón.
En el País Vasco se interpusieron 10.361 denuncias por incumplir las medidas preventivas ante el Covid-19, lo que suponen unas 115 multas al día. Las “no fiestas” y los botellones, con 1.020 denuncias, crearon alarma social y motivaron actuaciones policiales.
Del mismo modo, se suceden las cifras por incumplimientos de las restricciones en el resto de las comunidades autónomas.