El conductor de un camión quedó atrapado con su vehículo la pasada madrugada en la localidad de Pentes, en A Gudiña (Ourense), después de quedar atascado cuando trataba de buscar un trazado alternativo. Casi doce horas después, el tráiler fue liberado por una grúa de gran tonelaje, según informó “La Región”.
El conductor tuvo que salir de la Autovía de las Rías Baixas (A-52) debido a la realización de trabajos de mantenimiento. Según confirmaron a Efe fuentes oficiales, el camión, que transporta pescado congelado, tomó la salida 132 (Erosa) al encontrarse cerrados ambos carriles en la autovía con motivo de la ejecución de las obras de reasfaltado y del firme en la vía.
Debido a un “despiste” del conductor, fuentes de la Guardia Civil explicaron que el hombre decidió tomar el ramal que une la pequeña localidad de Pentes y, tras recorrer un par de kilómetros, se quedó atascado en el núcleo urbano de la aldea y perdió su carga. Al intentar retroceder, se quedó atrapado en la entrada del pueblo de Pentes, en una zona, que según aseguraron a Efe fuentes de Protección Civil, no es la ruta habitual para los vehículos.
Tras doce horas de expectación en el lugar, finalmente, ayer por la tarde una grúa de gran tonelaje procedía a retirar el tráiler.
En sentido contrario
Por otra parte, agentes de la Guardia Civil instruyeron diligencias judiciales a un vecino de Mos (Pontevedra) de 75 años que fue interceptado por un usuario de la autopista AP-9 cuando conducía ebrio y pretendía cambiar el sentido de la marcha para circular en sentido contrario. Los hechos ocurrieron en la madrugada del domingo, cuando un septuagenario que conducía un Peugeot 206 se percató en el peaje de Vilaboa de que se dirigía hacia A Coruña cuando su intención era ir a Mos (es decir, iba en sentido norte en vez de hacia el sur), tras lo que, pese a las advertencias de un trabajador del peaje, decidió dar la vuelta e ir en sentido contrario.
No obstante, un usuario que se encontraba en el peaje reaccionó de forma inmediata y, consciente del peligro que suponía la situación, se bajó de su coche aprovechando la maniobra del septuagenario y consiguió que detuviese el vehículo y quitarle las llaves, mientras comunicaba lo sucedido al 112.
Una patrulla de Tráfico se aproximó al lugar, donde se hizo cargo de la situación y realizó la prueba de alcoholemia al conductor, quien dio una tasa que representa el triple de lo permitido. Ante estos hechos, su coche fue inmovilizado y el varón, que es investigado por un delito contra la seguridad vial, quedó retenido hasta que le recogió un familiar.
La Guardia Civil elogió la “ejemplar actuación” y solidaridad del usuario que trabaja como coordinador de socorrismo en las playas de A Coruña. l