Héctor Souto: “Con lo que tenemos, vamos a dar la cara siempre”

Héctor Souto: “Con lo que tenemos, vamos a dar la cara siempre”
Héctor Souto confía en que su equipo saque lo mejor | Jorge Meis

De los últimos noventa días, la plantilla de O Parrulo se ha pasado la mitad confinada en tres cuarentenas que han hecho en el equipo mella física, anímica y deportiva. A la vuelta del tercero de estos periodos de inactividad forzosa, la escuadra que dirige Héctor Souto se ha encontrado con un exigente calendario que lo obligaría a disputar seis partidos en 21 días –finalmente serían 5 si se confirma el confinamiento de ElPozo Murcia–. Un ritmo frenético impuesto por la necesidad de completar la primera vuelta del campeonato antes de que se dispute la Copa de España. La exigencia será máxima ya no solo por la acumulación de encuentros, sino porque, colista, a ocho puntos de los puestos de permanencia, el conjunto ferrolano se juega en ellos la posibilidad de “reengancharse” al campeonato. Su técnico, Héctor Souto, evalúa la delicada situación.


¿Cómo ha sido la vuelta al trabajo después de ese tercer confinamiento?

Muy dura. Primero, porque el desconfinamiento de los jugadores no fue al unísono, sino una reincorporación progresiva a los entrenamientos, con lo que eso supone para un deporte colectivo. Segundo, porque la pista de A Malata no estaba en condiciones por la humedad y las goteras y tuvimos que retrasar algunos entrenamientos y suspender otros. Además, algunos problemas de salud, ajenos al Covid-19, provocaron tres bajas en una plantilla que ya no es amplia y nos obligaron a tirar de muchos jugadores del filial.


¿Qué ha sido lo más complicado para los jugadores en estos periodos de inactividad?

En el aspecto psicológico, para un deportista que sabe que hay una competición en curso y que se tiene que preparar para ella, verse obligado a parar es muy duro. Se rompen sus hábitos en el día a día. Además, en algunos casos, han estado privados de libertad y encerrados en una habitación. A nivel de entrenamientos, el preparador físico pautó sesiones diarias que realizaron a través de la plataforma Zoom. Intentamos que se trabaje para mantener el rendimiento lo máximo posible e incidimos en la prevención de lesiones. Pero nada de esto tiene que ver con la actividad normal de un jugador.


Y cuando toca volver a la actividad se presenta ante ustedes un maratoniano calendario de partidos.

Nosotros hemos jugado hasta ahora catorce partidos y en dos semanas vamos a jugar seis. Si tenemos en cuenta que hemos tenido tres parones por Covid-19, al final, habremos jugado esos veinte partidos concentrados en siete u ocho semanas, lo que supone que casi desde el inicio de la competición hemos estado compitiendo cada tres días. A nivel de teoría de entrenamiento, de que el jugador pueda seguir una dinámica normal en cuanto a su condición física es imposible, porque no hay tiempo de recuperación, de puesta a punto. Al final tratas de mantener el rendimiento como puedes y nada más.


¿Y cómo se gestiona un tramo de campeonato tan exigente?

A nivel táctico es muy complicado preparar los partidos. Juegas, viajas, vuelves a jugar. Es todo muy ajustado y, además, no puedes entrenar fuerte porque los jugadores no tienen tiempo de recuperar y habría mucho riesgo de lesión. Nosotros estamos muy mermados por la situación del club, que tiene una plantilla muy corta en la que el 60% de los jugadores son de la primera plantilla y el 40% restante del filial. Eso condiciona porque el ritmo de competición no es el mismo en Primera que en Segunda B. A nivel mental es también muy duro enfrentarse a encuentros cada dos días. Todo deportista necesita unos plazos para recuperarse mentalmente del partido anterior, para mentalizarse para el siguiente y para rendir en ese partido. Si concentras todo en 72 horas se produce un carrusel de estados emocionales muy frustrante.


Por eso es complejo estar al cien por cien.

Este ritmo de competición parece totalmente insensible con equipos como el suyo, que han tenido que afrontar varios confinamientos.


El Jaén, que va a jugar nueve partidos en 18 días, ha sacado un comunicado en contra de estos calendarios que nos imponen. Cosa que me parece muy razonable, porque nos están obligando a competir para cumplir plazos, no pensando ni en el desarrollo de la competición ni en el bien del deportista. A nosotros, después del último confinamiento, se nos exige que juguemos siete partidos entre el 6 y el 23 de febrero, porque la primera vuelta tiene que estar concluida antes de la Copa de España. Por suerte, uno de esos partidos era de la segunda vuelta y podremos retrasarlo pero, aun así son muchos partidos y con cuatro viajes de más de mil kilómetros.


Colistas y a nueve puntos de los puestos de permanencia –aunque con menos partidos que algunos rivales–, no solo serán muchos partidos, sino también determinantes ¿Los encaran con presión?

Presión, la que se pone la propia plantilla. La situación es compleja. Pero el grupo está muy concienciado de los recursos que tenemos, de cómo tenemos que aprovecharlos o de que va a haber algún día que las cosas no salgan. En ese sentido, solo puedo apelar a su resiliencia, a su capacidad de competir al máximo nivel a pesar de los malos resultados. Vamos a ir a ganar todos los partidos, pero en las circunstancias que estamos no podemos pensar en que eso vaya a ser así y no debemos venirnos abajo porque no nos salgan las cosas o por nuestra situación en la clasificación. El partido más importante es el siguiente, pero sabiendo que quedan veinte y no podemos darnos por venidos pase lo que pase.


De los seis partidos, ¿cuáles serán claves?

Hay que ir partido a partido, prepararlos todos y llegar lo mejor que se pueda para competirlos. Pero está claro que siempre hay algunos más importantes en la planificación ante los equipos de tu teórica liga. Si en algún sitio hay que derrochar esfuerzo será en esos. Trataremos de ganarlos todos con diferentes recursos, pero centraremos el esfuerzo en los rivales directos.


En las últimas semanas han perdido a algunos jugadores importantes, pero no han contratado a nadie. Si la plantilla ya era corta al principio de la temporada, ahora esas bajas los dejan más mermados.


Somos 8 jugadores de la primera plantilla, con dos porteros y el resto del filial y no vamos a incorporar a nadie más. Lo que se va a intentar es, con lo que tenemos en la base, suplir esas bajas y esperar lo máximo de esa gente de la casa.


¿Es optimista respecto a salvar la categoría?

Soy optimista respecto a que en nuestra plantilla hay gente que lleva muchos años aquí y que son muy luchadores, con unos valores deportivos muy fuertes y nos aferramos a eso. Competimos en torno a esa idea. Si nos llega, genial; si no nos llega, al menos tenemos la tranquilidad de haber hecho lo máximo que hemos podido. Creo que mi equipo va a responder a su máximo nivel y con eso veremos hasta dónde podemos llegar. No puedo ser tan optimista como otros entrenadores, porque no tengo sus recursos, pero sí puedo ser lo pensando en que, con lo que tenemos, vamos a dar la cara. Que es lo que siempre se hizo en este club. 

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Héctor Souto: “Con lo que tenemos, vamos a dar la cara siempre”

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