Los residentes del centro de mayores de Caranza rompieron ayer con su rutina gracias a la fiesta anual con la que celebran el verano. Si esta es la estación para olvidarse de horarios y obligaciones laborales, lo es también para disfrutar al aire libre con los amigos. Así que los mayores hicieron su particular romería, invitaron a sus allegados y reunieron a una buena multitud (unas 270 personas) en torno a unas sardinas recién asadas regadas con música y baile. Es la oportunidad de compartir tiempo con sus familias y amigos, con los que no siempre pasan el tiempo que desearían. Así que para la ocasión decoraron ellos mismos la carpa con las manualidades que realizan en los talleres del centro.
La fiesta comenzó ya el miércoles por la tarde con la actuación musical de la Banda Xuvenil Sementeira, de Narón. El plan de ayer incluyó un bingo para después pasar a la carpa en el exterior de la residencia, donde se sirvió una merienda-cena. El menú lo protagonizaban las sardinas, acompañadas de empanada y tortilla, pimientos de Padrón, queso del país, pan, proia y cerezas. Los “regueifeiros” de Bergantiños Suso y Antón de Xornes dieron muestra de su habilidad con el humor y con la improvisación y la música para bailar la puso a continuación el dúo Horizonte. Representantes de distintas instituciones, así como el personal del centro, participaron también en la fiesta.
Este tipo de celebraciones se repiten en fechas señaladas, como el Carnaval o la Navidad y contribuyen a fortalecer la convivencia entre los residentes y también con sus familias, creando más vínculos entre ellos.