Carmen Avendaño | “Gracias al trabajo asociativo, en Galicia somos mucho más conscientes de lo que implica el narcotráfico”

Carmen Avendaño | “Gracias al trabajo asociativo, en Galicia somos mucho más conscientes de lo que implica el narcotráfico”
Carmen Avendaño, un icono de la lucha contra el narcotráfico en Galicia, participó en una charla en el Ateneo | meis

La presidenta de la Fundación Érguete-Integración, Carmen Avendaño, estuvo en el Ateneo Ferrolán con motivo de la presentación de la revista número 41 de la Asociación Cultural Fuco Buxán. En el coloquio titulado “Narcotráfico: Consumo y Represión – Valoración social do problema”, la madre coraje reivindicó el papel incisivo que el movimiento asociativo contra el narcotráfico ha tenido en Galicia en las últimas décadas del siglo pasado.

Tras décadas de actividad, todavía sigue dando charlas y conferencias como esta de Ferrol, ¿qué mensaje quiere hacer llegar?
Uno de mis principales objetivos en estos actos es concienciar a la gente. Con una sociedad formada y que sea más consciente de las consecuencias fatales que trae consigo el narcotráfico, será más fácil hacer frente a esa lacra.
¿Y cuán conscientes somos?
Gracias al movimiento asociativo, en Galicia lo somos muchos más que en otros lugares de España y mucho más colaboradores. Aquí abucheamos a los norcotraficantes y aplaudimos a la Guardia Civil cuando actúa, en otro lugares, como Andalucía, los reciben a pedradas.

El área metropolitana de Vigo y la comarca de Ferrol tienen
muchas similitudes socioeconómicas, ¿cree que eso pudo influir en el boom de la droga en los 80 y 90 en ambas zonas?
No lo ubico tanto al nivel socioeconómico o de paro, o al tipo de industria, pero sí, en general, a las zonas de costa. Donde hay mucha gente que vive del mar, hay más riesgo de que proliferen estas prácticas. Sus condiciones de vida son muy duras y, en su día, vieron en esto una salida fácil. En las Rías Baixas, por ejemplo, se reconvirtieron del contrabando de Wiston americano.
Durante su etapa de más actividad en la asociación y en la federación de asociaciones, ¿qué grado de incidencia tenía el área de Ferrol?
Siempre fue una zona con muchísima vinculación con nuestro trabajo. Hay que recordar que Asfedro fue el primer centro de ayuda a drogodependientes de Galicia. Ferrol fue una comarca muy afectada por el consumo de droga y recuerdo la lucha que supuso montar este centro, con Tito Pena a la cabeza. Los vecinos se oponían y hubo muchas trabas para instalar la comunidad terapéutica. Pero nos movilizamos, vinieron asociaciones de toda Galicia en bus para apoyar su creación.
Además, nosotros, afortunadamente, tenemos algunos recursos que otras asociaciones no tienen. Por ejemplo, contamos con tres pisos de acogida, dos para hombres y uno para mujeres, y se usan mucho cuando hay que sacar a alguien de un ambiente poco beneficioso.

¿Se ha encontrado con alguien conocido en esta última visita?
Sí, siempre viene gente que ha estado colaborando con nuestra asociación y te informa de cómo le han ido las cosas.
En el Ateneo recibí una visita que me entristeció mucho. Vino la madre de un chico que en su día estuvo enganchado a las drogas, pero que consiguió salir y, de hecho, estuvo trabajando con nosotros en el centro que tenemos en A Coruña, asistiendo a los internos.
La mujer me dijo que aunque logró recuperarse, se le complicó mucho la enfermedad y había muerto. Otro más y después de tantos años. Esto no es ninguna broma, ninguna cosa ligera. La gente no se imagina los chavales de menos de 25 años que han quedado por el camino.

Por todo esto, Carmen Avendaño ha solicitado de un tiempo a esta parte que el narcotráfico debería ser considerado un crimen contra la humanidad y aclamó en su conferencia de Ferrol el hecho de que en los últimos años se haya legislado positivamente al respecto. La experiencia de los asistentes a la conferencia de esta madre coraje fue profunda e interactiva.

Carmen Avendaño | “Gracias al trabajo asociativo, en Galicia somos mucho más conscientes de lo que implica el narcotráfico”

Te puede interesar