Se cumplieron el pasado viernes cinco meses desde que Mackay, a poco menos de un cuarto de hora para el final del partido de la tercera jornada liguera que el Racing jugó en el terreno de juego de la Mutilvera, cayese lesionado de gravedad –sufrió una rotura en el tendón de Aquiles de su pie izquierdo–. Sin ficha desde el 7 de septiembre, al portero herculino se le volverá a tramitar mañana su licencia federativa, por lo que, tras recibir el alta médica, volverá a estar a las órdenes del técnico Miguel Ángel Tena. Atrás quedan cinco meses que el cancerbero ha querido recordar.
primer mes
El más difícil de todos, por sentirse "fuera" del equipo
Fue el más complicado de todos porque, como reconoce, “apenas podía salir de casa, porque estaba con la escayola”. El meta explica que tenía muchas esperanzas puestas en esta temporada, tanto a nivel individual como colectivo, así que lesionarse en la tercera jornada del campeonato supuso “un varapalo muy grande”. Además, el cancerbero reconoce que “como no pude estar en el vestuario el primer mes y medio, me veía completamente fuera, no me enteraba de las cosas que pasaban en el equipo”.
segundo mes
"Liberado" de la escayola, empieza el trabajo de verdad
Una vez “liberado” de la escayola, el cancerbero racinguista empezó a hacer trabajo con máquinas, además de las sesiones en la camilla, para fortalecer la zona. Fue un paso adelante en su puesto a punto, que a partir de ahí se empezó a desarrollar más en el estadio de A Malata. Sin embargo, el estar acompañado de muletas hizo que no tuviese la movilidad deseada. De todas formas, las pruebas realizadas confirmaban que la puesta a punto marchaba según los plazos previstos.
tercer mes
Empieza a notar que la puesta a punto va por buen camino
Fue a partir de mediados de noviembre cuando Mackay empezó a ver que la recuperación iba por buen camino. “Empiezas a hacer más cosas y ves que la zona responde”, recuerda el portero que, además, explica que “en casa trabajaba mañana, tarde y noche y en cuanto podía iba hasta la playa para bajar la inflamación... Y, al final, estar tan centrado en curar la lesión, da sus frutos”.
cuarto mes
Comienza a realizar ejercicios sobre el terreno de juego
Mackay siguió dando pasos adelante en su puesta a punto, como lo confirma el hecho de empezar a trotar en los campos de A Malata. El trabajo realizado en Ferrol, así como el efectuado en la clínica para poner a punto la zona, es una de las cosas que motivó que el estado de ánimo del cancerbero herculino fuese mejorando con vistas a volver a la actividad mejor incluso de lo que estaba antes de sufrir la lesión a principios del pasado mes de septiembre.
quinto mes
Esfuerzo al máximo para llegar al cien por cien físico
Volver a calzarse las botas fue, a nivel psicológico, una rutina muy importante. “Lo hice con cuidado, porque me podía hacer daño en la zona de la cicatriz”, comenta. Sin embargo, el meta ha visto a través de las pruebas realizadas que no había ningún problema. “La lesión está olvidada. No tengo ninguna molestia, la zona no se inflama, responde... Ahora estoy intentando ponerme al cien por cien en el tema físico y luego será el entrenador el que tenga que decidir, porque Sergio García está haciendo un trabajo espectacular”, asegura.