Hay equipos con grandes presupuestos y metas ambiciosas y otros más modestos que se conforman con vivir el día a día. El día a día de la competición, mirando únicamente al próximo rival; el día a día de los entrenamientos, para saber cómo, dónde y con qué medios se va a ejercitar; el día a día del campeonato, sin mayor ansia que crecer, agradar a su público y asegurarse otra campaña más en la elite.
En este último rol es en el que se encuentra más cómodo el Star Center y su técnico Lino López. A dos semanas para el final de la primera vuelta y tras ganar sus dos últimos partidos, el cuadro ferrolano tiene opciones de clasificarse para la Copa de la Reina. Sin embargo, el sentido común dicta que la mente del conjunto departamental, para que sea efectivo, ha de estar puesta en lides bien distintas. “Nuestra realidad es otra. De la Copa no quiero ni hablar”, insiste el técnico.
No es para menos. La guerra del Star Center es otra y pasa por meter tierra de por medio con adversarios como el que mañana a las siete visita Esteiro. El CREF ¡Hola! es uno de esos rivales a los que quiere dejar atrás y es esa posibilidad, la de distanciar a las madrileñas en tres victorias, la que realmente hace el partido vital para los intereses del club ferrolano.
“El año pasado, al final de la primera vuelta, con cinco victorias parecía que ya casi estábamos salvados. Esta temporada las sensaciones son otras. Haber ganado cinco partidos no garantiza nada”, lamenta Lino López, quien insiste en que nadie puede olvidar la verdadera realidad de un Star Center Uni Ferrol que esta semana no ha podido entrenar en Esteiro, que ha trabajado muy justo de efectivos por las molestias de varias jugadoras y que, “si no llegamos a ganar los dos últimos partidos con Canarias y Zamora –y alguno pudimos perderlo– estaríamos últimos”.
Un auténtico ejercicio de realismo el del técnico, coherente en su papel, pero que no evita que los números estén ahí, que las opciones del Star Center sean reales y que, lo quiera o no, la posibilidad de acudir a la Copa de la Reina –tendría que acabar la primera vuelta entre los seis primeros– planee sobre el club y la afición. Un público que no renuncia a soñar con que ese juego e intensidad de las ferrolanas las pongan donde nunca pensaron que podían llegar. n