Galicia contará el próximo curso académico con nuevos grados abiertos. Esta experiencia piloto en la comunidad gallega permitirá a los alumnos escoger entre materias de varias carreras antes de decidirse por una vía definitiva.

Así lo anunció el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, durante el acto de inauguración del curso académico universitario, que este año se celebró en la capital gallega. En Santiago, el dirigente autonómico hizo balance de los consensos y compromisos alcanzados durante la última década de la mano de las instituciones académicas.

La comunidad será el tercer territorio del Estado en contar con esta modalidad formativa con un máximo de 25 plazas por cada grado abierto (que será de un máximo de cinco). El objetivo es paliar las cifras de abandono de este tipo de estudios, que alcanza al 20 por ciento de universitarios en primer año, y los 1.200 que cambian de carrera durante los dos primeros cursos de su grado.

La respuesta ante estos datos, insistió Feijóo durante el acto, debe ser la “flexibilidad”, en la línea de los grados interuniversitarios que ya están en funcionamiento en las instituciones académicas o en determinar y ajustar la oferta académica a los nuevos perfiles profesionales.

Para lograr estas metas, Feijóo advirtió de que será necesario mantener el “consenso” logrado entre la Xunta y las instituciones académicas en los últimos años y que ha permitido impulsar los principios rectores de una nueva oferta académica hasta el año 2021, con al entrada progresiva de quince nuevos grados en las universidades gallegas.

El presidente de la Xunta también quiso lanzar un claro mensaje en defensa de las acciones del Gobierno gallego en defensa de los dos planes de financiación que permitieron blindar el presupuesto de las universidades, asegurando que mientras que Galicia “todavía no ha recuperado los niveles” del año 2009, las tres instituciones académicas alcanzaron un “techo histórico con 433 millones de euros en transferencias directas”.

Inversión
Estas partidas equivalen, según señaló, a 500 contratos activos de investigadores, 214 grupos de investigación, 70 de programas externos y catorce centros singulares y agrupaciones estratégicas.
Todo ello en el marco de un discurso con fuerte componente europeísta, en el que Feijóo reivindicó los valores de la universidad y del Camino de Santiago como ejes vertebradores y ante el “cerco de intereses regresivos”, las tendencias guiadas por la “intolerancia” o de “anti-europeos” que “silencian sus propios parlamentos”. 

Previamente, el rector de la Universidad de Santiago, Antonio López, se refirió al momento “crítico” en el que se encuentran las universidades y al papel que deben jugar tanto las tres instituciones académicas como las administraciones públicas. López señaló que las universidades no pueden “renunciar a regular un marco general de financiación” que permita recuperar “parte de los recursos perdidos en este periodo de crisis” y que sitúa a estas instituciones “lejos de los estándares del entorno”.

A nivel gallego, el rector apuntó la urgencia de abordar el nuevo plan plurianual financiero y advirtió de que, a pesar de que la proximidad de los comicios de 2020 pueda no ser “el clima más adecuado”, sí hay cuestiones “que son irrenunciables”.

“Es imprescindible incrementar la cuantía de recursos públicos destinados a la enseñanza universitaria”, destacó López quien, a pesar de defender la “corresponsabilidad” y el sistema vinculado a resultados, reiteró su defensa de una dotación estructural “suficiente e incondicionada”. En este sentido, cree que es el momento de “apostar por la diversidad” entre las tres instituciones, con necesidades y servicios complementarios diferentes, “en aras de la igualdad de oportunidades”. “Tratar igual a los desiguales lejos de igualdad puede conducir a la discriminación”, zanjó.