Ya ha pasado una semana desde que el socialista Xosé Sánchez Bugallo (1954) asumió por quinta vez la Alcaldía de Santiago, una ciudad que, según ha podido comprobar, “se ha quedado atrás” e incluso “ha retrocedido en los últimos años”, hasta el punto de recordarle a “la de los años 80”.
“El grado de deterioro que ha sufrido la ciudad en los últimos años es muy importante y sacarla adelante va a exigir un esfuerzo enorme, pero estoy muy animado y soy francamente optimista”, aseguró el regidor compostelano en una entrevista. Sánchez Bugallo viene de concluir un traspaso de poderes que “formalmente ha sido correcto”, pero lamentó “el estado en que se encuentra el Ayuntamiento”, que achaca a que Compostela Aberta, bajo el mandato de Martiño Noriega, “no ha afrontado los problemas y ha dejado que determinadas situaciones se fueran pudriendo, ya no por intervención directa, sino por mirar a otro lado”.
El alcalde de la capital gallega observa con “preocupación” la situación de Santiago desde que él abandonó el cargo tras perder las elecciones en 2011, cuando llegaron los tres alcaldes del PP en cuatro años, “un desastre sin paliativos” con el que Compostela Aberta “se conformó”.
“Presupuesto técnico”
El veterano socialista se ha marcado un objetivo principal a corto plazo: aprobar un “presupuesto técnico” –que espera presentar el próximo 5 de julio– para afrontar los gastos hasta el final de año, unas cuentas en las que buscará “el consenso” con las fuerzas de la oposición.
“También tenemos sobre la mesa servicios con contratos prorrogados o, todavía peor, sin contratos; hay una sensación muy preocupante y agobiante al respecto, ya que todo el mundo va a esperar soluciones en el corto plazo y son temas que van a requerir estudios económicos y jurídicos”, dijo. En el plano económico, todo en Compostela –sobre todo a las puertas del Año Santo en 2021-–gira en torno al turismo, un ámbito en el que el regidor espera apostar por “la gastronomía y el turismo especializado, de calidad y de congresos”, aprovechando que “de los cinco o seis millones de visitantes que pasan cada año por Galicia, el 60% pasan por la capital”.
La relación con la Xunta es algo que también está ocupando la mente del alcalde: está decidiendo cuáles serán “los tres o cuatro temas prioritarios para los próximos años” que trasladará al presidente, Alberto Núñez Feijóo, ya que “hay que insistir sobre determinados proyectos, no marear la perdiz con una cosa diferente de cada vez”.
“Me gustaría dejar en 2023 una Compostela que haya encontrado su hoja de ruta y sepa hacia dónde va; si consigo eso, esta legislatura habrá sido un éxito”, dijo.