La Junta General de Cofradías y los responsables de las cinco hermandades volvieron a insistir ayer en la necesidad de las aportaciones económicas de las administraciones para que la Semana Santa de Ferrol pueda mantenerse. De no ser así, podría perder su categoría de Interés Turístico Internacional que ahora ostenta e incluso no se descarta que los desfiles procesionales se llegasen a suspender.
Para que esto no suceda, la Junta General de Cofradías quiere tener claro de qué dinero se dispone y cuál será la aportación, si la hay, del Concello, toda vez que la propuesta inicial del alcalde, Jorge Suárez, de financiar entre las tres administraciones los 75.000 euros que hasta ahora aportaban las arcas municipales parece no concretarse e incluso desmentirse por parte de representantes tanto de la Diputación como de la Xunta.
La Junta General de Cofradías, con su presidente César Carreño a la cabeza, compareció ayer públicamente para aclarar tanto la utilización que se hace del dinero de las ayudas –ante veladas acusaciones de falta de claridad en las cuentas–, como de la realidad de los compromisos adquiridos hasta el momento por parte de las Administraciones.
Carreño volvió a apelar al diálogo y espera una nueva reunión con el regidor local, Jorge Suárez, para aclarar la ayuda municipal, tras el polémico pleno del pasado jueves, en el que no se aprobó la moción popular sobre el mantenimiento de la subvención actual por parte de la institución local.
Así las cosas, Carreño recordó todas las aportaciones de cada administración y desgranó algunos de los gastos más significativos que se llevan a cabo con la aportación municipal que se recibía hasta ahora. En flores se gastaron 36.268 euros, en floristerías y viveros de la ciudad y comarca; 19.858 euros en bandas de música, que integran numerosas personas que ensayan todo el año para este fin; en seguros, 1.620 euros, para cofrades y terceros, etc. Todos los gastos, añadió, están debidamente justificados con facturas y repercuten, no en las cofradías, sino en los negocios de la zona, ya que recordó que “como non podía ser doutro modo, os actos relixiosos non se subvencionan”. Además, apuntó que el Concello pagó el 75% en marzo, pero todavía resta un 25%, que han tenido que adelantar las cofradías de sus bolsillos.
Pero lo que más duele a la Junta General es el “engano” del que acusan al regidor local, indicando que –aunque ya mantuvieron encuentros anteriores– el 29 de septiembre, Suárez les indicó que se firmaría un convenio con la Diputación y también con la Xunta y el Concello, de modo que los 75.000 euros pasasen a financiarse por parte de las tres administraciones.
Posteriormente, ya en octubre –día 6–, el alcalde les informa de que ha hablado con el presidente de la Diputación y que estaba tramitando una reunión con las cofradías para conocer la cuantía concreta de la aportación. Días más tarde –13 de octubre–, el presidente del ente provincial, Valentín González, negó haber tenido ese contacto con el regidor local.
Tampoco la delegada de la Xunta se daba entonces por enterada de ningún contacto entre las partes y aseguraba que mantendría la aportación que venía realizando.
Por todo esto, Carreño apela al “diálogo” y pide al regidor que sea claro para conocer con qué cuantía se puede contar y ver entonces si se pueden o no mantener las procesiones, advirtiendo de que también está en juego que las procesiones “volvan ser as dos anos 50 e perder a súa categoría”. El tiempo apremia, ya que Semana Santa será en marzo.