Con unos donuts caseros endulzaba el televisivo cocinero Alberto Chicote su post de la jornada de ayer en su página de Instragram. Una publicación para nada extraña en las redes sociales de este profesional de la cocina si no fuese porque el madrileño utilizó para presentar esta receta un atuendo en el que destacaba la camiseta del primer equipo del Rugby Ferrol.
La afición por este deporte de Chicote es conocida –él mismo jugó a esta disciplina, formando parte incluso de la selección madrileña en sus categorías de base– y así lo hace saber tanto en sus programas como en redes sociales. De hecho, en gran parte de sus publicaciones el de Madrid utiliza como vestuario camisetas de diferentes equipos y selecciones de todo el mundo. Y ayer, para sus miles de seguidores en esta red social, el cocinero se enfundó la equipación ajedrezada. Un atuendo, que como indica Cristóbal Dobarro, presidente de la entidad, le regaló un exjugador del club ferrolano, Santi Méndez. Y es que la visita de Chicote a la ciudad naval hace casi cuatro años con motivo de la grabación de su programa “Pesadilla en la Cocina”, en el ya desaparecido Bar Irlanda, propició este regaló que ahora el madrileño luce para presentar sus más suculentas recetas. Eso sí, de una manera mucho más holgada que por aquel entonces, gracias a su visible pérdida de peso.
Equipos
Una aparición en las redes sociales que causó un gran interés en la numerosa cantera del Rugby Ferrol, así como por parte de los jugadores de su primer equipo. Una plantilla que, a la espera de noticias –la Federación Española se puso como fecha límite el día 30 de este mes para tomar una decisión sobre la fase de ascenso a División de Honor B y otras competiciones– continúa “activa”, como indica Dobarro.
Con varias sesiones de físico a la semana dirigidas por Skype por parte de Juan Pablo Chorny y reuniones con el entrenador, los integrantes de la primera plantilla se mantienen “a la expectativa”, señala su presidente, cuando prácticamente todo lo que se puede hacer ahora es suponer. “Se habla de que quizá a partir de junio se pueda jugar a puerta cerrada, pero hay que ver qué va a pasar con las ligas y también con la próxima temporada. Y es que no se trata solo de poder ascender, sino de ascender a qué”, señala el dirigente ferrolano.
Unas incógnitas que para cuando se despejen el equipo departamental quiere estar preparado, por lo que continúan, dentro de las posibilidades de cada uno, con su preparación “para lo que pueda venir. No sabemos qué va a pasar en los próximos meses y lo que único que podemos hacer es estar preparados para cualquier escenario, tanto el mejor como el peor”, añadió Dobarro.
Y es que la formación ferrolana contaba con unos objetivos muy claros para la campaña –el ascenso el principal–, si bien, y según pasan las semanas, “no se sabe ni si se jugará o no la fase, quién la va a jugar o quién la va a querer jugar”, apunta el presidente del Rugby Ferrol. Unas dudas que no solo tienen que ver con la reanudación de la competición y en qué circunstancias, sino también con cómo será el apoyo de las administraciones tras el coronavirus.
“Nosotros siempre hemos intentado generar nuestros propios ingresos, pero evidentemente hay una gran dependencia de las subvenciones, y el Concello es nuestro patrocinador más importante, es así”, sentencia el dirigente.