La concejalía de Mercados que dirige Germán Costoya trabaja en la actualidad en la reordenación del espacio en el que el tercer domingo de cada mes se celebra la feria de Ferrol. Este verano, el departamento municipal impulsó una campaña de control y regularización de la venta ambulante en el paseo de Irmandiños y la plaza del Carbón que, hasta el momento, se ha saldado con la expulsión de cerca de 70 personas por no disponer del permiso necesario y no cumplir con los requisitos que establecen las ordenanzas que regulan esta actividad.
En las dos últimas ferias celebradas, las de noviembre y diciembre, la campaña de vigilancia desarrollada por agentes de la Policía Local concluyó con la identificación de menos vendedores ambulantes irregulares, descenso que se atribuye a un mayor control en los accesos y supervisión de la documentación necesaria en las ediciones anteriores. No obstante, desde el Concello se asegura que, pese a la caída en el número de infractores, continuarán realizando esa labor de vigilancia sobre los aproximadamente 350 puestos de venta que pueden instalarse cada día de celebración de la feria.
Un proceso largo
El proceso de reorganización de la feria mensual de Ferrol no se completará hasta dentro de unas semanas. Se trata de un proceso largo y laborioso en el que han de valorarse distintos factores, entre ellos, el espacio asignado a cada uno de los solicitantes.
En estos momentos, el plazo para solicitar un lugar para la venta de productos en el mercado está ya cerrado, y se está procediendo a analizar la documentación de cada una de las peticiones para comprobar si reúnen los requisitos. Atendiendo a los últimos datos, habría en lista de espera para obtener un puesto en el mercadillo más de 120 personas, cifra que supone aproximadamente un tercio del total de permisos expedidos y de espacios habilitados hasta el momento.
Según se informa desde el gobierno local, algunos de los vendedores irregulares que fueron identificados en los dispositivos de vigilancia y control solicitaron su regularización –aproximadamente una treintena–, si bien no todos han obtenido el preceptivo permiso por non presentar toda la documentación necesaria o por no haber tramitado alguno de los requisitos indispensables para desarrollar cualquier actividad económica exigidos por otras administraciones.
La regularización de la feria de Ferrol es un proceso que se remonta, en su última etapa, al año 2016. En la actualidad, el departamento que dirige Germán Costoya está trabajando en la medición de los espacios que han quedado libres tras la exclusión de los vendedores que no disponían de permiso y se prevé que entre finales del mes de enero y febrero el nuevo plano de situación esté perfilado y pueda comenzar a reorganizarse el espacio en el que se desarrolla uno de los eventos con más antigüedad de la ciudad.