Reportaje | El voluntariado en el Campus ferrolano resulta cada vez más atractivo

Reportaje | El voluntariado en el Campus ferrolano resulta cada vez más atractivo
Durante el curso, la OCV lleva a cabo diferentes proyectos donde la mayoría de los participantes son de la comunidad universitaria

La Oficina de Cooperación e Voluntariado (OCV) del Campus de Esteiro organiza hoy un curso de “Voluntariado coas Persoas maiores e a Diversidade Funcional”, una formación específica que complementa algunos de los proyectos que están funcionando actualmente en este espacio (un total de ocho).
“Este en concreto va dirigido al voluntariado que tenemos colaborando en dos proyectos: uno con mayores y otro con diversidad funcional, independientemente de que se pueda dar la casuística de que tengas una persona con ambas características. Como tuvimos bastantes incorporaciones en estos dos proyectos en concreto, decidimos que era el momento de hacer esta formación específica”, explica la técnica de la OCV ferrolana, Vanessa Míguez. Dicha iniciativa no se repetía desde hace más de tres años y ya cuenta con 14 inscritos; de estos, además del propio voluntariado de la Universidad, se apuntó bastante gente de otras entidades sociales.
El curso va a estar impartido por Juana Tubío Ordóñez, del área de Traballo Social de Cogami, quien ha preparado varias opciones, una especie de curso a la carta, “porque habíamos pensado que se puede dar el caso de que hay gente que está en un programa de mayores y entonces solo quiere venir a esa parte. Entonces ella lo que ha hecho ha sido preparar el plan B e incluso el C, viendo un poco el perfil de las personas que finalmente hayan acudido. En lo que sí hemos coincidido es en que el curso va a ser eminentemente práctico viendo lo que se puede encontrar la persona voluntaria a la hora de enfrentarse a las diferentes situaciones con ambos colectivos”, señala Míguez.
Uno de los aspectos positivos con los que cuenta además este tipo de formaciones es que el voluntariado que ya está en activo aprovecha también estos cursos para plantear las situaciones que se les están presentando y para resolver sus dudas.
Desde la OCV han planteado este tipo de cursos específicos como una herramienta para que la labor de los voluntarios pueda hacerse de la mejor manera posible, dando las herramientas y conocimientos necesarios para que se sientan seguros en sus actuaciones.
El hecho de que exista un proyecto dedicado a las personas mayores es algo que va camino de resultar cada vez más atractivo, debido a que Ferrol, como el resto de Galicia, cuenta con una población muy envejecida. “A nivel demográfico ya sabemos cuál es la realidad, entonces creo que debería tener interés. En el caso del voluntariado, sobre todo más jovencito, alguno ya viene experimentado y te lo reconocen ellos con sus abuelos y abuelas pero nunca está de más conocer cuáles son las características asociadas a la edad y cómo enfrentarse a ellas”, explica la técnica de la Oficina de Cooperación e Voluntariado.
Estudiantes comprometidos
El campus de Ferrol es voluntario. Un hecho que se constató sobre todo este año con el aumento de inscritos en la OCV. “Anteriormente, la mayoría del voluntariado era ajeno a la Universidad, no pertenecía a la comunidad universitaria. En 2017, desde mediados de septiembre hasta que terminó el año, fue una cosa increíble porque incorporé como a 18 o 19 personas, lo que es todo un récord. Y la mayoría, el 90%, era estudiantado e incluso también algún profesor o gente relacionada con la Universidad”, destaca.
Este crecimiento se ha visto motivado por el esfuerzo e incidencia que han llevado a cabo desde la oficina ferrolana en estos últimos años para incentivar la participación en temas de solidaridad, a pesar de contar con un handicap bastante fundamental. “El tema de Bolonia ha dificultado la participación del voluntariado universitario porque no tienen tiempo, tienen que asistir obligatoriamente a las clases y eso les dificulta la participación cuando, curiosamente, Bolonia, entre otras cosas, incentiva la colaboración del estudiantado en temas solidarios”, indica Vanessa Míguez.
Entonces, ¿por qué ha aumentado el número de voluntarios de un tiempo a esta parte? Para la técnica de la OCV existen varios factores que pasan por que “una parte los estudiantes, en general, me vienen comentando que tenían muchas ganas de hacer voluntariado. Que veían que estaba aquí la oficina pero que lo iban dejando porque no encontraban el momento, están presionados por los exámenes... pero que por fin este año dieron el paso”.
Además, según las respuestas que dan los estudiantes en un cuestionario que se les ofrece cuando van a la oficina del campus relacionada con cómo conocieron su existencia, la mayoría afirma que a través de un compañero, por lo que “el boca a boca, en el tema del voluntariado, funciona”.
En tercer lugar se encuentra el trabajo de los técnicos acudiendo, invitados por el profesorado, en el inicio o a mitad del curso a impartir charlas para explicar su existencia y la labor que llevan a cabo, así como las opciones formativas que ofrecen durante el curso educativo. “Y, desde el año pasado, estamos haciendo mucha incidencia en intentar incorporar a la comunidad universitaria a los temas que trabajamos, también en la parte de cooperación al desarrollo y educación para el desarrollo, por lo que estuvimos haciendo en muchos centros y facultades charlas para animar al profesorado y alumnado para que hiciese sus trabajos de máster o de fin de grado en estas temáticas”, explica Míguez.
A este respecto, en unos días saldrán las convocatorias que existen para estos fines, lo que se conoce como las convocatorias de proyectos de conocimiento de la realidad en este caso para estudiantes, y “me consta que vamos a tener 2 o 3 casos que se van a presentar, o por lo menos eso nos han dicho, aquí en Ferrol”, explica.

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