La transformación de la actual factoría de Navantia Ferrol en el primer astillero 4.0 del país continúa su periplo administrativo antes de que su fisonomía –y su modelo de producción– cambie radicalmente y para siempre una vez comiencen las obras.
El objetivo de este proyecto es incrementar el nivel de eficiencia y competitividad del actual astillero mediante la modernización de las instalaciones y de los procesos productivos. Para ello, se prevé concentrar los espacios dedicados al área de construcción para reducir los tiempos y costes en el movimiento de personal y materiales, y eliminar la duplicación de servicios e instalaciones auxiliares.
El elemento clave del proyecto de Navantia será la instalación de un dique seco para la construcción de buques, que sustituirá al proceso actual de montaje en grada, más lento y costoso.
Sin embargo, la envergadura de esta obra va más allá, pues Navantia también pretende construir tres muelles auxiliares próximos al dique, rellenar las gradas para incrementar la capacidad de los talleres de elaborado existentes, realizar un dragado de un millón de metros cúbicos para proporcionar calado a los nuevos muelles y para el acceso al dique, así como montar caminos de rodadura para grúas.
Además, se prevé trasladar al nuevo Astillero 4.0 todos los talleres y actividades de armamento situados actualmente en el extremo opuesto de la factoría, así como los edificios de dirección y oficinas. Por último, la otra gran obra consistirá en la cubrición de las distintas zonas de trabajo mediante naves. Todo esto supondría ganar al mar 74.200 metros cuadrados de superficie.
Impacto en el entorno
Dada la trascendencia de los trabajos y sus significativos efectos en el entorno, el proyecto se encuentra actualmente en una fase consultiva entre diferentes entidades y organismos públicos, a instancias de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente, los cuales ya han emitido algunos informes preliminares al respecto.
La mayoría de resoluciones que plantean inconvenientes al proyecto se refieren a las posibles afecciones ambientales de las obras y hacen hincapié, en casi todos los casos, a la falta de análisis, estudios y explicaciones más detalladas sobre las diferentes actuaciones y sus consecuencias. Por ejemplo, la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa considera que la documentación ambiental aportada es excesivamente somera y cree necesaria una aclaración más detallada sobre “la gestión de residuos, contaminación o la afección de un tramo de costa en Caranza que fue desafectado en su día”.
El Instituto Galego de Estudios de Territorio de la Xunta ve con preocupación el “notable cambio pasajístico en el entorno urbano” y se refiere muy especialmente al proyecto de construcción de cinco naves (de entre 17 y 82 metros de altura). Una preocupación que comparte el Concello de Fene, que requiere a Navantia más detalles sobre la integración de estos elementos en cuanto a sus formas y sus colores, entre otros.
Además, el consistorio fenés pide al astillero público un profundo “análisis sobre los efectos sociales y económicos” que tendría esta obra para la comarca por la paralización de la actividad constructiva, excepto en el área de Reparaciones.
La resolución del Concello de Ferrol sobre el proyecto presentado por Navantia es la que contempla más requerimientos y de mayor calado, hasta el punto de poner en entredicho si es necesario o no llevar a cabo esta obra.
Así, requieren al astillero público una “justificación de la necesidad del aparcamiento proyectado (700 plazas) y del nuevo acceso viario (cuando ya existe uno), así como una “justificación de que esas instalaciones, en caso de ser necesarias, se tengan que hacer en terrenos ganados al mar y no se puedan integrar en los existentes o proyectados a partir de zonas previamente alteradas”.
El Concello de Ferrol concluye que “la documentación presentada es insuficiente para garantizar que la ampliación propuesta se pueda llevar a cabo con las garantías ambientales necesarias y con los menores impactos para el medio, por lo que considera necesario su sometimiento al procedimiento de evaluación de impacto ambiental ordinaria”.
Por todo ello, la Secretaría de Estado de Medio Ambiente considera necesario realizar una nueva evaluación ambiental más exhaustiva sobre el Astillero 4.0 de Navantia Ferrol al prever que el proyecto “puede producir impactos adversos significativos”. l