Las tensiones entre las cofradías y los gobiernos municipales no son nuevas. La última gran polémica ocurrió en el último trimestre de 2007, justo después de que accediera al gobierno local la coalición de PSOE y EU, con el socialista Vicente Irisarri como alcalde. El Jofre había reabierto en diciembre de 2005 y se había utilizado para el pregón de la Semana Santa. El nuevo gobierno elaboró un reglamento de usos que dejaba fuera del teatro los actos religiosos (también los políticos excepto en campaña electoral), con lo que el pregón debía buscar otra ubicación (se celebró en la concatedral de San Xiao).
También entonces el PP criticó con dureza esta decisión y las cofradías mostraron su disconformidad con la medida (aunque no hasta el nivel de tensión alcanzado la pasada semana, poniendo en cuestión la celebración de las procesiones). La polémica la zanjó el obispo Manuel Sánchez Monge (en la actualidad la sede está vacante desde hace más de cinco meses) en una carta abierta publicada en los medios en la que acataba la decisión, reclamaba el prometido concierto de música sacra y rechazaba que este hecho pudiese ser motivo de confrontación entre el Concello y las cofradías.
En efecto, la Semana Santa se reforzó con conciertos de música sacra en el Jofre y, además, se hizo un importante trabajo de promoción turística y de programación de actividades de ocio para esas fechas. Pero, a mayores, el gobierno de Vicente Irisarri firmó en 2008 un convenio plurianual con la Coordinadora de Cofradías por el que el Concello pasaba de aportar 48.000 euros a sufragarlas con 70.000 (actualizables con el IPC), poniéndose por delante de la Fundación Caixa Galicia como principal sustento económico de la Semana Santa. La entidad que dirigía José Luis Méndez aportaba en aquellos tiempos dorados 50.000 euros. A pesar del incremento de un 45% en la aportación económica, la afrenta siguió ahí e Irisarri era considerado en cierto modo una persona hostil a la Semana Santa, aunque él, con otros alcaldes, también fue puesto como ejemplo en el pleno del jueves pasado.
Rey Varela mantuvo la cantidad consignada por sus antecesores y este mismo año la inversión llegó a los 75.000 euros.