El Concello de Ferrol contó en el anterior mandato por primera vez con una concejalía dedicada al Benestar Animal. Uno de los compromisos anunciados inicialmente fue la adecuación de una playa para perros ante la demanda existente. En cuatro años no fue posible cumplir ese objetivo, del que toma ahora el relevo el nuevo ejecutivo. Ferrol contará de nuevo con esta concejalía y tiene como reto hacer frente a esta petición de los dueños de perros y poder adaptarla tanto a los arenales existentes como a la oposición vecinal, que ya ha surgido ante alguna de las posibilidades barajadas.
El edil Germán Costoya será el encargado de esta área municipal y a él corresponderá, además, la aplicación de la nueva ordenanza de protección animal, redactada y aprobada en el anterior cuatrienio pero por desarrollar en la mayoría de sus aspectos.
El municipio ferrolano cuenta nada menos que con un censo –según el Rexistro Galego de Identificación de Animais de Compañía– en torno a los 10.000 perros, una cifra que hace de esta ciudad una de las que más animales posee por habitante.
Sin embargo, no existe ningún arenal adaptado y el más cercano se encuentra en el concello de Ares.
La costa y la ría ferrolana ofrecen nada menos que nueve playas de mar abierto, hasta cinco calas y otras cuatro playas de ría, sin embargo, muchas ya han sido descartadas para acoger animales. Así, las cuatro que tienen la catalogación de Bandera Azul son incompatibles con la presencia de perros, por lo que ya quedarían libres de animales Doniños, San Xurxo, Esmelle y A Fragata. Otras, como Ponzos, barajada en su día para dedicar una parte de su espacio a la aceptación de perros en sus aguas, también fue descartada por encontrarse en un espacio perteneciente a la Red Natura de especial protección y que debe estar, por tanto, libre de la presencia de canes.
Por esa razón, la opción más plausible era la de adecuar una playa de las de ría, de interior, de menor calidad paisajística y medioambiental para hacerla compatible con la presencia de mascotas. En este sentido, el anterior edil del área, Luis Victoria –FeC– planteó la posibilidad de que se adecuase alguna de estas playas como la de Cariño, aunque contó con la oposición vecinal que de forma inmediata rechazó la propuesta.
El edil consideró entonces que no se trataba de “imponer” sino de “conciliar” intereses, por lo que, pese a que año tras año volvió el tema de la reserva de un espacio de arenal para perros, nunca logró hacerse efectivo.
Esta será ahora una de las cuestiones sobre las que deberá trabajar Costoya, aunque, en pleno verano, este año la posibilidad ya está descartada.
Algunos visitantes que llegan a la ciudad con sus mascotas preguntan a qué playa pueden acudir con sus perros, siendo la de Ares la única opción que se les plantea, bastante alejada de la ciudad naval. Los turistas aseguran que cada vez hay más familias con perro y que situaciones como esta en un municipio con tanto espacio de arenales podrían ocasionar, incluso, la pérdida de turismo.
La ciudad cuenta, sin embargo, con otros espacios habilitados para perros, teniendo en cuenta el gran numero de estos que “residen” en Ferrol. Así los barrios de Esteiro, Ensanche A, Caranza y Canido disponen de parques caninos para que los perros, con mejores o peores prestaciones según el parque, puedan disfrutar de espacios propios.