- Un año más, la Reina ha hecho una entusiasta defensa de la lectura en los premios de literatura infantil y juvenil de la editorial SM: "Leer es lo que de verdad nos queda. Lo que de verdad nos llena. Leer sí es imprescindible -no sé si otras cosas lo son tanto- para aprender a pensar", ha dicho.
Es la séptima ocasión en que doña Letizia preside esta entrega de premios, y la primera en que lo hace como Reina, "una dulce rutina que espero con alegría cada año", ha confesado en el discurso con el que ha clausurado la ceremonia, celebrada en la Real Casa de Correos, sede de la Comunidad de Madrid.
La Reina ha entregado el Premio Barco de Vapor de literatura infantil al escritor Pedro Mañas y el Premio de Literatura Juvenil Gran Angular a la autora Patricia García-Rojo, cuyas respectivas novelas, "La vida secreta de Rebecca Paradise" y "El Mar", ha considerado dos "delicias" que le han hecho disfrutar mucho.
Pero más allá de los relatos, que han reportado a cada uno de sus autores 35.000 euros y su publicación por parte de la editorial SM, doña Letizia ha hablado de lo importante que es el amor a la literatura y su fomento entre niños y jóvenes.
"Porque aquí hablamos de leer, pero no para viajar o para habitar mundos, ni siquiera para volar. Leer para aprender a pensar. Y poder así viajar, habitar mundos y, claro, volar", ha manifestado ante el ministro de Cultura, José Ignacio Wert, y el presidente madrileño, Ignacio González.
Ha evocado la Reina el comienzo de "El Señor de los Anillos", de J.R.R. Tolkien, para reconocer que esta obra fue una de sus "primeras y más preciosas lecturas" y tuvo una "importancia especial" para ella
También ha confesado que con las dos "fantásticas" novelas ganadoras, dirigidas a lectores de entre ocho y 18 años, ella, a sus 42 años, ha disfrutado "como si tuviera nueve", porque le han emocionado y también entretenido.
Además de felicitar a ambos escritores, a Pedro Mañas le ha agradecido que le hubiera enseñado "cómo enamorarse de un reflejo enfadado o cómo los besos huelen a manzana".
Y a García-Rojo le ha dado las gracias por recordarle "que el mundo no es tan lógico como podemos creer" y por enseñarle "a distinguir una luz donde no debía haberla o por pensar en caminos fáciles para ser feliz".
Porque su libro "El Mar", ha destacado, "es un precioso alegato contra el pesimismo y está llena de luz y de verdad".
Doña Letizia ha animado a los muchos adultos que llenaban el patio de la Real Casa de Correos a leer ambas obras, pasarlas después a niños y jóvenes y a hablar con ellos sobre su experiencia; "Será un momento bonito e importante", ha asegurado.
La obra galardonada con el premio Barco de Vapor está protagonizada por una niña de once años, Úrsula, que en primera persona relata su historia personal, que es también la historia de un fracaso escolar.
En cuanto a "El Mar", premio Gran Angular, cuenta la historia de un muchacho llamado Rob, que según su autora "vive en un tejado, caza tesoros con su barco hecho de corcho blanco y está perdidamente enamorado de Lana".
En el turno de agradecimientos, Patricia García-Rojo ha dicho que escribir es para ella "un acto egoísta" porque cuando escribe es "la persona más feliz del mundo" y Mañas ha admitido que los personajes de sus lecturas de infancia, como el Pirata Garrapata o Fray Perico, y también su obra premiada, le han "cambiado la vida".
También ha hablado el ministro de Educación y Cultura, José Ignacio Wert, para quien la literatura infantil y juvenil es "el buen comienzo del amor a las letras con mayúsculas" sobre todo porque en su opinión la buena literatura infantil "es la buena literatura a secas" y que aquellos libros que "vale la pena leer como niños" también vale la pena leerlos como mayores.
Por su parte, el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, ha subrayado que cuando los niños se aficionan a la lectura "adquieren valores que les acompañarán siempre".
"Leer nos hace a todos mejores y más capaces; el amor a la lectura es el mejor legado que podemos dejar a las generaciones futuras", ha añadido.
En nombre de SM, su presidente, Luis Fernando Crespo, ha manifestado que los buenos libros tienen "la capacidad de ponernos en el lugar del otro, especialmente cuando ese otro es un hombre o una mujer que no cuenta, invisible, descartado de la sociedad".