La Armada realizó ayer un homenaje a los Caídos por la Patria coincidiendo con un Día de Difuntos pasado por agua. La previsión pasaba por comenzar los actos en la plaza del Cardenal Arriba y Castro, frente a la entrada principal de la iglesia castrense de San Francisco, pero el mal tiempo obligó a trasladarlos al interior del templo.
El almirante jefe del Arsenal, ferrolano, vicealmirante Manuel Garat Caramé, presidió una ceremonia que dio comienzo pasadas las doce del mediodía. Los actos consistieron en la colocación de una corona de flores mientras sonaban los acordes de “La muerte no es el final”.
toque de oración
El capellán castrense ofició unas preces a las que siguió la interpretación del “Toque de Oración”, por parte de la Unidad de Música del Tercio Norte.
Para concluir esta primera parte, un piquete de la Escuela de Especialidades de la Estación Naval de La Graña realizó una descarga de fusilería. A continuación, se celebró una misa dedicada al recuerdo de los que dieron su vida por España.
Por último, las autoridades militares se trasladaron al Panteón de la Armada en el cementerio de Catabois –donde en ocasiones anteriores solían realizarse la totalidad de los actos– para rezar un responso.
El mal tiempo deslució un tanto una ceremonia que estaba previsto realizar en su mayor parte en el exterior.