El magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena, que instruye la causa por rebelión tras la declaración unilateral de independencia (DUI), acordó ayer la puesta en libertad de los exconsejeros Raül Romeva, Jordi Turull, Josep Rull, Meritxell Borrás, Dolors Bassa y Carles Mundó después de que ANC y Ómnium hiciesen efectivo el pago de 600.000 euros de fianza que les impuso –100.000 a cada uno– para eludir la prisión preventiva que pesa contra ellos desde el pasado 2 de noviembre. Mientras, acordó la prisión preventiva del exvicepresidente, Oriol Junqueras, el exconseller de Interior, Joaquim Forn y los líderes de la ANC y Ómnim, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart.
Al respecto, el juez manifestó que entiende que pese a no haber riesgo de que se fuguen, persiste en ellos la situación de posible reiteración delictiva. Así, considera que su situación es similar a la que apreció en el caso de los miembros de la Mesa del Parlamento catalán, en cuanto que su aportación al delito se situaría en principio en un plano de principalidad equivalente al que ofrecía el comportamiento de la presidenta Carme Forcadell.
Sin embargo, respecto a la reiteración delictiva, el magistrado distingue entre la actuación de la Mesa, cuya aportación se limitó a desatender cuantas decisiones judiciales se habían dictado, y la actuación de los querellados, en los que el juez aprecia un juicio razonable de riesgo de reiteración delictiva, por la “lesividad” que puede acompañar a la reiteración de sus aportaciones.
El juez individualiza las actuaciones de los querellados y, en el caso de Junqueras, Forn, Sánchez y Cuixart, entiende que “sus aportaciones están directamente vinculadas a una explosión violenta que, de reiterarse, no deja margen de corrección o de satisfacción a quienes se vean alcanzados por ella”. En ese sentido, recuerda actuaciones violentas como el “asedio” por decenas de miles de personas a una comisión judicial que registraba la Consejería catalana de Economía en Barcelona.
Riesgo
“El riesgo de reiteración de sus conductas –añade el magistrado– impone a este instructor un mayor grado de rigor y cautela, a la hora de conjugar el derecho a la libertad de los investigados y el derecho de la comunidad de poder desarrollar su actividad cotidiana en un contexto despojado de cualquier riesgo previsible de soportar comportamientos que lesionen de manera irreparable, no solo su convivencia social o familiar, así como el libre desarrollo económico y laboral, sino la propia integridad física”, expone.
En estos cuatro investigados, concluye Llarena, el riesgo de reiteración delictiva “refleja la probabilidad de que puedan reproducirse actos con graves, inmediatas e irreparables consecuencias para la comunidad”.
Mientras, para los restantes seis implicados, se estima la conveniencia de que puedan salir en libertad, aunque deberán entregar su pasaporte y no podrán salir del territorio nacional. Así lo hicieron todos una vez pagadas las fianzas, que se abonaron a través de la Caja de Solidaridad que activaron en verano la ANC y Ómnim y que ha recaudado desde entonces 4,7 millones de euros.
Salida de prisión
De este modo, los exconsellers Raúl Romeva, Carles Mundó, Josep Rull y Jordi Turull salieron a las 18.33 horas de la prisión de Estremera (Madrid). Un grupo de familiares y una delegación de diputados, senadores y cargos de ERC y del PDeCAT les recibieron entre aplausos a su salida del centro penitenciario, en el que ingresaron el 2 de noviembre por supuestos delitos de sedición, rebelión y malversación en relación con el proceso independentista en Cataluña.
Los exconsellers salieron de prisión andando y devolvieron los aplausos a quienes fueron a recibirles, con quienes se abrazaron antes de dirigirse a los vehículos en los que abandonaron el lugar entre gritos de “libertad” y “visca Catalunya”.
Por su parte, las exconselleres Dolors Bassa y Meritxell Borrás abandonaron a las 15.50 horas la prisión de Alcalá Meco (Madrid), donde fueron recibidas entre aplausos por sus familiares y una delegación de diputados y senadores de ERC y del PDeCAT en las puertas de la cárcel.
La exconselleres han salido del centro penitenciario en una furgoneta color gris plateado que, nada más abandonar el recinto, se paró unos instantes junto a los familiares y el grupo de políticos que les esperaba, entre los que estaban los portavoces de ERC y PDeCAT en el Congreso, Joan Tardà y Carles Campuzano, respectivamente.