Paloma San Basilio recupera el “tiempo perdido” con su hija

Paloma San Basilio recupera el “tiempo perdido” con su hija
05 octubre 2014

 

Paloma San Basilio regresa con su primera novela entre las manos, a sus sesenta y cinco años la cantante ha rehecho su vida junto al mar. Disfruta de la tranquilidad que siempre ha buscado instalada en su casa de Zahara de los Atunes en Cádiz, sin permitir que nada le robe ya el tiempo para disfrutar de sus nietos.
Entregada a la escritura, acaba de publicar El océano de la memoria, una historia ambientada en la posguerra española con la que se adentra por primera vez en el universo de la ficción literaria.
CHANCE: Das el salto a la literatura con tu primera novela, ¿Te dan miedo las críticas?
Paloma San Basilio: No, no me da ni pizca de miedo. Creo que todos somos seres del renacimiento y a veces el miedo te frena algunas cualidades. El miedo no es un buen compañero, tener miedo a las críticas es ponerte de ante mano unas bridas que te impidan hacer las cosas. Lo hago todo desde la sinceridad, la pasión y soy exigente con lo que hago, no hago las cosas por hacer. Estoy aprendiendo, recorriendo un camino que siempre puede ser mejorable.
CH: ¿Cómo ha sido el proceso de creación? Habrás vivido momentos de flaqueza
P.S.B: Hay momentos en los que no sabía si lo que estaba haciendo serviría para algo, si estaría bien. Es ficción y metes de todo, trabajas a los personajes, les haces vivir, respirar y equivocarse. Hay situaciones fuertes. He tenido momentos en los que no estaba muy inspirada pero después lo he cambiado o rehecho. No he tenido mucho miedo porque la historia fluía mucho. Son cuatro décadas y la guerra civil española es una época muy interesante.
CH: ¿Por qué decidiste focalizar la historia en la posguerra?
P.S.B: Me parece una época muy interesante, una época en la que todavía el mundo era pequeño en las provincias. Ese mundo es más fácil de atrapar y de respirar. En septiembre del 36 nació mi hermana mayor, pelirroja, como la protagonista de la novela. Ella me contaba que no había nada para comer, que hasta los tres primeros años ella iba a mamar porque no había comida. Es una época tremenda de confrontación. Lo importante es la historia de la familia en la plaza Mina, una plaza muy emblemática de Cádiz. Todo lo que precede da lugar a que esa familia se forme.
CH: Tu pasión por escribir, ¿Ha aparecido pasados los sesenta o siempre has escrito?
P.S.B: Siempre me ha gustado escribir. De pequeña escribía poemas, con ocho años me ponía con la máquina de escribir que tenía en casa y escribía poemas. Después he ido escribiendo artículos puntualmente. Al final tuve la posibilidad de escribir una columna en ABC y le cogí mucho gusto. Empecé a mirar de otra manera, empecé a observar y sacar historias. Empecé a poner el foco en otro sitio. El foco siempre está en mí, algo que no me gusta, no suelo hablar de mí cuando estoy con mis amigos. Al poner el foco en otra parte empecé a escribir, primero la biografía y ahora esta novela.
CH: Dices que no te gusta tener el foco sobre ti pero te será difícil pasar desapercibida.
P.S.B: Sí, es algo que forma parte de mi profesión. Cuando estoy en el escenario y tengo el cañón iluminándome está claro que el foco está sobre mí. Eso lo he disfrutado mucho, trato de usarlo para comunicarme y crear mundos propios en los que involucrar a los demás. Es bonito derribar la cuarta pared. Siempre he tratado que el escenario fuese un estímulo para evolucionar e ir cambiando a lo largo de los años. Nunca he sido esa persona que necesita que estén siempre alrededor, ni me gusta hacer de mi vida diaria un escaparate.
CH: Has diversificado hacia la pintura y la literatura, ¿Qué lugar ocupa ahora la música?
P.S.B: La música está ahí, es una banda sonora. Amo la música desde pequeña, siempre he oído música y siempre me gustó cantar, pero tenía claro que no iba a ser el único espacio en el que me iba a mover. Nunca he tenido la sensación de que si no estoy cantando en un escenario me muero, como otros compañeros. Siempre he sido muy curiosa, viajar es lo que más me gusta en el mundo, conocer otras culturas y otros paisajes. Me gusta convertirme en un observador, por eso puede que estudiase psicología. Ahora mismo el cuerpo me pide encontrar ese espacio, la década de los sesenta es estupenda para encontrarlo. Trazar mi futuro en otro sitio, de una manera más privada y pausada.
CH: ¿En qué momento de tu vida estás?
P.S.B: Estoy en un momento de mi vida en el que no tengo miedo y hago cosas que nunca pensé que podría hacer. Nunca pensé que escribiría un libro. Me gusta ver que he sido valiente y me he arriesgado. No he hecho de la vida un lugar seguro, siempre estoy arriesgando y viendo hasta dónde puedo llegar.
CH: Han pasado tres años desde que anunciaste que te retirabas de los escenarios pero ahí sigues, ¿Llegará finalmente ese momento?
P.S.B: Creo que sí, que mi carrera en los escenarios tiene fecha de caducidad. Lo que voy a hacer ahora abriendo el festival de Mérida tendrá muchas pinceladas de actuación, estará la cantante pero haré más trabajo de actriz. Voy a ir haciendo transiciones. No quiero hipotecarme, pero quiero sentirme a gusto con lo que estoy haciendo por mi estado anímico y por la época en la que estoy. Hay que saber pasar de una etapa a otra, sino es peligroso, puedes llegar a quedarte en un sitio estancada y que la decadencia sea inevitable.
CH: Eres una mujer muy inquieta, lo de jubilares y retirarse a la playa no va contigo.
P.S.B: No (ríe). Es cierto que cambias, ahora vivo con más tranquilidad y disfruto muchísimo. Estoy feliz cuando estoy en Los Ángeles con mi hija y mis nietos y me levanto por la mañana en pijama. Lo que estoy viviendo con mis nietos es una vida maravillosa que no he vivido porque casi no pude disfrutar de mi hija. En esa época estaba completamente volcada con mi trabajo y me ganaba la vida con eso. Sacaba adelante a mi familia de esa manera y me perdí mucho de ella. Ahora que la puedo ayudar no quiero perder el tiempo.
CH: Con el tiempo, ¿Te han pesado esas ausencias?
P.S.B: Sí, ya lo creo que sí. Siempre hay una oportunidad nueva y ahora estoy recuperando todo el tiempo perdido con mi hija, me tiene muy cerca y sabe que siempre la estoy apoyando. Me gusta disfrutar de mis nietos y hacer los deberes con ellos.
CH: Te encanta ejercer de abuela.
P.S.B: Mi nieto me dice que soy una abuela "cool" (ríe). Juego mucho con ellos. Tengo dos nietos, uno de dieciséis años que es mi héroe, mi chico favorito y una de doce, pelirroja. Son dos chicos maravillosos y se me caen la baba con ellos, en cuanto puedo me voy a Los Ángeles a estar con ellos. Ahora tengo una mirada que me permite estar con mis nietos, no alterarme por nada, hacer el gamberro y seguir siendo una niña.
CH: Lejos del ajetreo de Madrid, ¿Cómo es ahora tu vida en Cádiz?
P.S.B: Con mucho mar. Es una vida pequeña, doy paseos por las playas, me baño en el mar casi todos los días, doy paseos por el pueblo, por Cádiz. Es una vida que me encanta, que no he vivido nunca. Me gustan los sitios pequeños y en Zahara de los Atunes estoy feliz.
CH: ¿Tienes ya idea para una segunda novela?
P.S.B: Sí, me gustaría seguir escribiendo. Espero que la gente disfrute de la novela y me permita el privilegio de seguir escribiendo. Ya tengo en la cabeza una segunda parte, son personajes que están abiertos y que tienen derecho a seguir viviendo. Ahora quiero disfrutar de esta y ver cómo respira la gente cuando la lee.
CH: ¿Podría dar el salto a la ficción?
P.S.B: Sí, estoy convencida, desde el principio. Toda la gente que la ha leído ve una serie. Son cuarenta años de historia. Es muy atractiva toda la atmosfera y la ambientación, Londres, Colombia o el viaje a México.
 

 

Paloma San Basilio recupera el “tiempo perdido” con su hija

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