Mariano Rajoy anunció ayer que dejará la Presidencia del PP y cuatro días después de perder el Gobierno dio inicio a una rápida transición que llevará a su partido a elegir un sucesor antes de que acabe julio.

“Es lo mejor para el Partido Popular y para mí, y creo que también para España y lo demás no importa nada”, afirmó Rajoy para argumentar su decisión en el comité ejecutivo nacional, ante el que también prometió que se pondrá “a la orden” del próximo líder del partido.
Un nuevo líder que el PP prevé elegir en poco más de un mes en un congreso extraordinario del partido, que será convocado el lunes de la semana que viene y cuya fecha aún está por ultimar.

Mientras, Rajoy no hará cambios en la estructura orgánica ni en el grupo parlamentario porque entiende que eso lo debe hacer su sucesor, y él se limitará a actuar “con la prudencia y el grado de intervención que es debido” que, dio a entender, será el mínimo.

Ha dejado claro que seguirá en el PP, con el carné del partido que lo acompaño siempre, y remató su discurso asegurando que estará a las órdenes de lo que diga el nuevo líder. “Y a la orden es a la orden”, remarcó en un claro mensaje implícito a su antecesor, José María Aznar, quien siempre fue muy crítico con su gestión.

Un precedente grave
Este fue el final de un discurso que Rajoy comenzó advirtiendo sobre los riesgos del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez.

Denunció el “precedente grave” que se produjo al tratarse de la primera vez que gobierna alguien que nunca ganó unas elecciones y señaló que este Gobierno nace con una “debilidad extrema” y con “pésimos compañeros de viaje”.
Tampoco faltaro las críticas a Cs, que fue su socio de investidura y ahora, a su juicio, no sabe ni hacer oposición, ya que su victoria en Cataluña no sirvió para “dar batalla al independentismo, sino para dar toda la batalla al PP”.

Pero sobre todo, Rajoy dedicó su discurso a poner en valor la labor de su partido, al que puso la tarea de trabajar para recuperar “cuanto antes” la Moncloa.
Igualmente se defendió de las acusaciones vertidas contra él y los “populares tras las sentencia del caso Gurtel, que provocó la moción de censura de Sánchez.

Asumir errores
“He intentado ser justo, proteger el buen nombre del partido y su trayectoria; he asumido mis errores y los que no eran míos”, dijo Rajoy, quien pese a los “graves daños” de este y otros casos recalcó que su Gobierno deja “el paquete más completo y exigente de leyes contra la corrupción”.

Ha tenido además, un agradecimiento “muy especial” a todos sus ministros, así como la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y todos los miembros del Comité Ejecutivo del partido, encabezado por la secretaria general, María Dolores de Cospedal.