Casarse por lo civil no supone, desde hace ya bastante tiempo, tener que celebrar una ceremonia “de segunda”. 
Si los contrayentes solo quieren pasar por el trámite de “firmar” para legalizar su matrimonio pueden dirigirse al Juzgado. Pero si no quieren una boda religiosa pero sí un acto vistoso para compartir el día con amigos y familiares, con música, flores y el tradicional intercambio de anillos la oferta en el Concello de Ferrol es cada vez más variada y completa.
La Capilla del centro cultural Torrente Ballester es el espacio hasta ahora más habitual pero, con el fin de dar respuesta a la alta demanda de los ciudadanos de disponer de otros locales más íntimos y acogedores para bodas de carácter familiar, por primera vez este verano el Concello ha puesto a disposición de los contrayentes la Sala de Juntas del propio Torrente Ballester. Hasta el momento ya han sido dos los enlaces que han optado por esta ubicación.
El espacio está orientado a bodas que no superen los 25 invitados y la primera boda tuvo lugar el pasado 14 de julio, oficiada en inglés por el alcalde, Jorge Suárez Fernández. La segunda fue el pasado miércoles y fue la alcaldesa en funciones, Beatriz Sestayo, la que ejerció de maestra de ceremonias.
Próximamente, además, se dispondrá de un tercer espacio, el patio del centro cultural, con una capacidad entre 50 y 60 invitados. Más adelante se baraja la posibilidad de que los enlaces puedan llegar hasta el castillo de San Felipe, una ubicación por la que ya se ha interesado mucha gente y que desde el área de Patrimonio no se descarta.
La búsqueda de nuevos emplazamientos para contentar a los novios da respuesta además a una demanda constatada del aumento de bodas civiles frente a las oficiadas en las iglesias. Por eso, se buscan lugares que tengan algo especial, con un destacado mobiliario, decoración de paredes, luminosidad, etc, como elementos indispensables para la realización de la boda.
De hecho, no hay rigidez en la celebración de los enlaces civiles del Concello, aunque sí un reglamento. Los contrayentes eligen el representante municipal –concejal o alcalde– que quieren como oficiante y de no hacerlo correspondería el honor al alcalde y en segundo lugar a la teniente de alcalde. También se puede personalizar la unión, que tienen una duración de unos 20 minutos, aproximadamente, con la elección del idioma de la celebración –castellano, gallego o inglés–, la música, la decoración floral o la lectura de poemas e interpretaciones de diferentes canciones.