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viernes | 19 abril | 2024
Las autoridades sanitarias británicas informaron ayer de 468 nuevas muertes por Covid-19, hasta un total de 34.466 víctimas mortales desde que empezó la pandemia, según el recuento oficial. Además, durante los últimos días se notificó un leve aumento del ratio de transmisión del virus.
El ministerio británico de Sanidad también informó de la detección de 3.451 nuevos contagios hasta totalizar 240.161 personas contagiadas con el coronavirus desde que empezó la crisis.
Los nuevos datos fueron divulgados en medio de la polémica sobre el plan de desescalada del Ejecutivo del primer ministro conservador Boris Johnson, que se dispone a reabrir en fases los colegios de primaria el 1 de junio a pesar de las reservas y la negativa de los sindicatos de maestros, que temen una expansión de los contagios en las aulas.
De acuerdo con las cifras oficiales, el Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés) británico llevó a cabo más de 136.000 test en un periodo de 24 horas.
El ministerio de Sanidad se puso como meta a finales de abril realizar 100.000 test al día, si bien en la primera semana de este mayo se mantuvo debajo de esa cifra, que luego pudo alcanzar.
Restricciones y contagios
El Gobierno autorizó el pasado miércoles un ligero levantamiento de las restricciones en Inglaterra, si bien las autoridades autonómicas de las otras tres regiones (Escocia, Gales e Irlanda del Norte) mantienen las medidas de confinamiento.
Desde el miércoles, la gente en Inglaterra puede salir de su domicilio más de una vez al día para hacer ejercicio físico, pero el Gobierno ha pedido a la población que solo acuda al trabajo si no puede hacerlo en casa y que trate, en la medida de lo posible, el transporte público para evitar el contagio.
En los últimos días, el ratio de transmisión del coronavirus (R), vital para decidir el levantamiento gradual de las medidas de cuarentena, se ha elevado al rango 0,7 - 1, por encima del 0,5 a 0,9 en que estaba la semana pasada, según las autoridades.
Reapertura escuelas
La esperada reapertura de escuelas forma parte de las medidas del Gobierno conservador para suavizar gradualmente el confinamiento dispuesto a finales de marzo para contener la pandemia del Covid-19 en el Reino Unido.
El ministro británico de Educación, Gavin Williamson, reiteró ayer, en la rueda de prensa diaria sobre el coronavirus, que la planeada vuelta de los niños a las aulas (en fases a partir del 1 de junio) está basada en el análisis científico sobre la seguridad y pensando en el bienestar de los menores.
Pero el temor manifestado por padres y los sindicatos que representan a los docentes abrió un debate sobre si es seguro que los escolares vuelvan a las aulas ante el peligro de contagio.
La tirantez entre el Ejecutivo y los sindicatos llevó ayer al organismo no gubernamental llamado Comisión de Niños en Inglaterra a pedir a las dos partes que acaben con esta “riña”.
