Quinteiro descarta dimitir porque sería “una victoria” del PP pero abre la puerta a un proceso revocatorio

Quinteiro descarta dimitir porque sería “una victoria” del PP pero abre la puerta a un proceso revocatorio
Luís Villares pasa por delante de Paula Quinteiro al inicio de un pleno en el Parlamento | aec

Paula Quinteiro, la diputada que se vio envuelta en un incidente con la policía, reiteró ayer su intención de permanecer como parlamentaria en el Pazo do Hórreo, ya que entiende que su renuncia supondría “dar una baza” al PP, que, a su juicio, es la “única ganadora” de la polémica interna creada en En Marea.

En una entrevista en Europa Press, Paula Quinteiro (Vigo, 1990) asegura que está dispuesta a “someterse a la opinión de las bases” siempre y cuando se realice a través del “procedimiento adecuado”. Este, según defiende, sería el proceso revocatorio que prevén los estatutos de En Marea y que, por el momento, descarta realizar la dirección, que apuesta por una consulta cuyo resultado no será vinculante y que tiene por objetivo empujarla a dimitir.

Así, la parlamentaria reitera que no acatará el resultado de dicha consulta –cuya fecha de celebración, a falta de ser ratificada, está fijada para el 22 de mayo– porque denuncia que se trata de un proceso sin “garantías”, reivindicación que apoya el sector crítico con la dirección de En Marea.

“Consideramos que la consulta es ilegítima porque no se ciñe a los estatutos. No tengo problema en someterme a la opinión de las bases, pero con los mecanismos garantistas que nos dotamos. Se está usando un proceso sin garantías y yo no estoy teniendo derecho a defenderme”, indica, para luego añadir que las acusaciones que penden sobre su persona están basadas en “un relato falso” que “al ser repetido mil veces, algo siempre queda”.

Lastre
De este modo, abre la puerta a someterse a un proceso revocatorio, que implicaría la convocatoria de un plenario, ya que a través de dicho procedimiento sí tendría “opción” de poder defenderse y explicarse ante las bases de En Marea. “Es importante que las inscritas conozcan mi versión, que yo no participé en ningún acto vandálico”, apostilla Quinteiro. Cuestionada sobre si cree que su continuidad puede suponer un lastre para el proyecto rupturista, opina que lo que puede causar mayor “desilusión” entre simpatizantes y posibles votantes no es que siga como diputada, sino que En Marea “hable demasiado tiempo de debates internos” y que sea “el PP quien le marque la agenda”.

Con todo, invita a la dirección del partido instrumental que encabeza el también portavoz parlamentario, Luís Villares, a “reflexionar” acerca de la “diferencia” entre las 11.000 personas que participaron en las primarias de las candidaturas para las autonómicas y las cerca de 3.000 que hoy en día forman parte del censo de inscritos de En Marea.


Quinteiro, que admite que se planteó dimitir (“me habría ahorrado muchos disgustos”), se reafirma en su decisión de no renunciar porque cree que supondría una “victoria” y “daría una baza muy sencilla” al PP: “Solo tendrían que hacer una noticia falsa sobre cualquiera de mis compañeras para que una tras otra tuviésemos que ir cediendo”, afirma. Así, defiende que no violó el código ético cuando esgrimió su condición de diputada ante los agentes, sino que actuó atendiendo a la “obligación” que tiene de “identificarse” como parlamentaria. “Los propios agentes tienen derecho a saber que están hablando con una diputada”, remarca. Además, asegura que ninguna de las personas que la acompañaban cometió ningún vandalismo y que en todo momento su intención fue de mediar ante una “actuación desproporcionada” de uno de los agentes.

Quinteiro descarta dimitir porque sería “una victoria” del PP pero abre la puerta a un proceso revocatorio

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