Dicen que el éxito requiere buenas dosis de talento, pero todavía más de trabajo. De esto último sabe mucho Carla Vilasánchez quien, con apenas quince años, atesora un envidiable palmarés nacional en una disciplina tan espectacular como exigente como la gimnasia rítmica. Una especialidad en la que la aresana se entrega en cuerpo y alma y que le ha dado ya muchas alegrías y, por qué no decirlo, también alguna que otra desilusión. De estas últimas, precisamente, son de las que más aprende para seguir firme en su trabajo, ajena al desaliento.
Apenas unas semanas después de que la tristeza la embargase tras quedarse fuera del equipo nacional que representará a España en el Campeonato del Mundo junior de Rusia, la joven formada en el Esquío Ferrol pero que actualmente compite para el Ritmo leonés se desquitó de ese sinsabor colgándose dos nuevas medallas nacionales con motivo del Campeonato Estatal individual que se celebró en Palma de Mallorca.
Carla Vilasánchez acabó segunda en cuerda y tercera en cinta, lo que la situó muy cerca del podio, en la cuarta posición de la general. “Lo podría haber hecho mejor, pero para ser mi primer año en División de Honor estoy contenta", reconoce. Y es que desde que estrenó intrenacionalidad, la joven de Ferrolterra compite con la elite de la gimnasia rítmica nacional y ahí las medallas se cotizan muy caro. A pesar de que le queda la pequeña espinita de que fue precisamente el aparato que más le gusta, las mazas, el que peor se le dio, esta doble medalla en el Nacional es una buena forma de poner el colofón a la temporada oficial.
A la temporada sí, pero no al trabajo porque una gimnasta no entiende de vacaciones. En los próximos meses tendrá algún día que otro suelto de descanso y continuará con su preparación en el Centro de Altor Rendimiento de León. Durante el curso, acumula una media de 37 horas de trabajo repartidas entre los siete días de la semana y, aun así, esta aplicada joven ha sacado adelante el curso.
Ahora, su empeño se focaliza en regresar a la selección, en “trabajar para que sigan contando conmigo. Cuando me quedé fuera estaba un poco desanimada, pero cada uno tiene su punto de vista y si a las entrenadoras les gustan otras gimnastas yo les doy la enhorabuena, porque todas se merecen estar en la selección”, admite con madurez. Con la misma con la que también advierte: “Sé que mantenerse en la selección es complicado, pero voy a hacer todo por seguir ahí”.