El secretario general de UGT en Cataluña, Camil Ros, pidió ayer que “a la vuelta del verano” se reúna el Consejo Catalán de la Función Pública, para que el Govern “formalice” ante representantes sindicales las “garantías” para los funcionarios en el referéndum previsto para el 1 de octubre.
Antes de participar en un acto de conmemoración del 129 aniversario de la UGT en Barcelona, Ros señaló que hasta ahora el Govern les ha dado “garantías verbales” de que los trabajadores públicos no se verán en una situación comprometida con el referéndum del 1-O, pero apostó por “formalizar” ese compromiso.
La UGT quiere que esas garantías sean abordadas en el Consejo Catalán de la Función Pública, un órgano consultivo de la Generalitat en el que participan el conseller competente en materia de función pública, cinco representantes del Govern, otros cinco de las corporaciones locales y cinco más de los sindicatos representativos en las administraciones públicas catalanas.
Asimismo, Ros emplazó a la Generalitat y al Estado a “dejar de utilizar a los trabajadores públicos como un elemento de debate y de confrontación” de cara al 1-O. “Si en algún momento vemos que el gobierno de la Generalitat no está ofreciendo garantías a los trabajadores públicos, defenderemos a los trabajadores. Pero también los defenderemos cuando creamos que el Gobierno del Estado está poniendo en riesgo o está haciendo actuaciones contra los trabajadores públicos de la Generalitat o de los ayuntamientos”, advirtió.
Confianza cupaire
Mientras, la diputada de la CUP en el Parlament Mireia Vehí explicó ayer que el Govern le ha trasladado que ya “hay censo y hay urnas” para poder celebrar el referéndum sobre la independencia de Cataluña el 1 de octubre y pronto se abrirá una web para inscribir a funcionarios “voluntarios” para hacer el recuento.
En declaraciones a RAC 1, Vehí afirmó que no puede “decir de dónde han salido” el censo y las urnas, pero sí aseguró que confía en las informaciones que les ha trasladado el Govern.
“Hay censo y hay urnas. Esto es lo que a nosotros nos han hecho llegar. Por lo tanto, desde esta lógica de confianza, nosotros nos lo creemos”, destacó.
Para justificar la discreción con la que se están llevando estos temas comentó que “hay informaciones que no se pueden dar para no enseñar las cartas al Estado”: “Es una estrategia de astucia de mínimos”, añadió.
Vehí subrayó que quedan aún por concretar algunas “garantías clave” del referéndum, como los lugares de votación o la “imparcialidad en el recuento”. “Se abrirá dentro de poco la página para apuntarse la gente que es funcionaria como voluntaria, tal y como se hace en unas elecciones clásicas, para hacer el recuento”, afirmó Vehí, que puntualizó que “gente que no es funcionaria no puede hacer recuento”.
Por otra parte, mostró su extrañeza por el revuelo levantado por el cartel difundido por la CUP el pasado jueves, en el que aparece una mujer barriendo a Artur Mas, junto al rey y a Mariano Rajoy, entre otros: “¿A quién le sorprende que la izquierda independentista quiera barrer a Mas? ¡Pero si empezamos la legislatura así!”. l