Si los pasados días les tocó en su mayoría a las concentraciones para decir no a la violencia de género, ayer fue el turno de las caminatas para hacer más visible esta problemática social y, en el caso de Monfero también practicar algo de deportes y hábitos de vida saludable. Así las dos médicas de familia del centro de salud de la localidad se unieron a la convocatoria de una marcha que –dividida en tres itinerarios diferentes con distancias variadas aplicadas al estado de forma de cada uno de los participantes–, recorrió distintos puntos de interés del municipio.
En Valdoviño, cerca de medio centenar de personas participaron en la Andada Urbana para la eliminación de la violencia contra las mujeres. Un itinerario que llevó a los participantes de la Casa da Cultura al monolito dedicado a la Mujer, en las inmediaciones de la playa de A Frouxeira. Entre las asistentes se encontraba la autora de la escultura, María Loureiro.
Por otra parte, la Marcha Mundial das Mulleres convocó en As Pontes, por la mañana, y Narón, por la tarde –además de en otros puntos de la geografía gallega– sendas concentraciones con el fin de reclamar medidas efectivas y concretas para combatir la violencia de la que son objeto las mujeres. La cita naronesa contó además con una performance y una batukada que, pese a los problemas técnicos iniciales, finalmente se pudo realizar. Entre los asistentes se encontraban representantes de los distintos grupos municipales.
La programación del 25N de Cedeira que incluyó la instalación de varias pancartas en los edificios públicos, culminó ayer con una concentración en la plaza del Concello convocada por el gobierno local, en la que la concejala de Asuntos Sociales procedió a leer un manifiesto institucional. Al término, las voces de Iria y Dopazo pusieron la nota musical. l