El escritor Camilo José Cela Conde, hijo del Premio Nobel de Literatura 1989 Camilo José Cela (1916-2002), reivindicó ayer en Santander que en el aniversario del centenario del nacimiento de su padre se quieren destacar obras como los “Apuntes carpetovetónicos”, “menos conocidos, pero de tanto valor y tanta fuerza” como “La colmena” o “La familia de Pascual Duarte”.
Así, incidió en que es “indiscutible que la prosa de Camilo José Cela es identificable, tiene una personalidad abrumadora” y subrayó el interés, en este centenario, de que para recordar a cualquier escritor “lo que hay que poner de manifiesto es lo que nos legó en forma de obra y, sobre todo, el gusto por leer una obra”.
“En ese sentido, me da la impresión de que como tantos otros autores, Camilo José Cela tuvo el privilegio enorme de poder ser recordado por lo que creó. Y de eso se trata en el centenario, de recuperar parte de su obra que más allá de “La Colmena”, más allá de “La familia de Pascual Duarte”, más allá incluso de “Viaje a la Alcarria’”. Así, defendió que “lo que tenía sentido era, por supuesto, volver sobre sus libros, sobre sus novelas, sus libros de viajes, sobre el magnífico relato autobiográfico que es “La rosa” de sus primeros años en Galicia, sobre sus apuntes carpetovetónicos, como “El gallego y su cuadrilla”, y de esa manera recuperar al Cela que merece la pena”. “En el momento en que pasan 100, 200, 300 o 400 años, qué más da lo que fue un escritor salvo aquello que significan los libros que creó”, apostilló en el encuentro “Literatura y periodismo en la posguerra española: Camilo José Cela”.
De esta forma, Cela Conde incidió en que pese a que “quizás no se esté haciendo lo que cabría hacer, pero en la medida de lo posible, al menos todas las personas y todas las instituciones a las que yo me he dirigido personalmente, de ellas he recibido un mensaje unánime, que es el de ya no el respeto, sino la pasión por el escritor, que es la mejor de las noticias que cabría imaginar”.
Igualmente, anunció el hallazgo de varios poemas inéditos de Cela a su mujer, Charo Conde, así como dos guiones, uno “completo” y de otro del que solo escribió el inicio, escritos, a su juicio, entre “La familia de Pascual Duarte” (1942) y “Pabellón de reposo” (1944) que es “una obra surrealista interesantísima y que si Buñuel la hubiera conocido, habría hecho una película genial”. “Yo no sé si hoy se puede volver sobre aquel momento sin haberlo vivido de cerca, pero aparecieron esas dos obras”, añadió, al tiempo que consideró que tienen que “salir del cajón” con un experto “que las contextualice, las anote y las explique”.