A falta de que la Federación Gallega le confirme definitivamente –tal y como le han asegurado– que tiene plaza en Primera Nacional a pesar del descenso deportivo sufrido la pasada campaña, el CD Recimil tomará el testigo como el primer equipo senior masculino de la ciudad tras la renuncia del Ferrol CB a jugar en EBA. Los responsables del club, con su presidente Carlos Cotovad al frente, lo asumen con pesar –“porque nos gusta el baloncesto y Ferrol se merece tener un equipo más arriba”–, pero con la ilusión de quien se encuentra en un proceso de cambio del que espera inercias más positivas.
La entidad pretende dejar atrás dos temporadas nefastas superando la dinámica de resultados negativos en la que estaba inmersa. Para ello, ha cerrado un ciclo de tres años, con cambio en la dirección técnica y deportiva incluidos. El propio Carlos Cotovad se hará cargo de esta primera parcela, intentando compaginar las limitaciones económicas con las que el club cuenta y su propósito de fomentar la formación de jóvenes jugadores. “Queremos darles la posibilidad de llegar al primer equipo”, explica Cotovad, quien también reconoce que, en general, el trabajo con la cantera en la ciudad en los últimos años no ha sido adecuado –“nosotros asumimos también nuestra parte de responsabilidad”– y encontrar ahora efectivos locales para nutrir los equipos es difícil.
Ello provoca que veteranos como Juanín o él mismo, con los cuarenta cumplidos, vayan a seguir en las canchas dando empaque a un grupo en el que, a pesar de todo, confía plenamente “para trabajar y cubrir ese hueco que hay en el baloncesto ferrolano del que, desgraciadamente, ahora somos nosotros el espejo”.
Carlos Cotovad es de esa generación que creció con el OAR en la ACB, viendo en A Malata a lo más granado del baloncesto internacional. Sin embargo, prefiere cambiar la nostalgia por el convencimiento de que recuperar ese nivel –“si no tan alto, al menos en una categoría profesional”– es posible pero pasa “porque nos unamos. El baloncesto ferrolano no puede estar dividido y enfrentado porque esto no sale adelante”. Por ello, desde que se hizo cargo del club hace algunos años no ha dudado en colaborar con otras entidades y facilitar la salida de jugadores que fuesen a mejorar sus perspectivas deportivas.
En esta misma línea trabaja ahora codo con codo con el Costa Ártabra, un club de reciente creación que le aportará cobertura a través de un equipo junior y otro cadete.
Completa así esa apuesta por la base, por afianzar la cantera que pretende hacer. Con estas dos formaciones, el club cubrirá prácticamente todos los escalones en las categorías de formación con cerca de setenta fichas federadas, a las que se le añaden los miembros de los equipos senior y la escuela de baloncesto que coordina un referente del baloncesto local como es Ricardo Aldrey.