Tras veinte años esperando una mejora de las instalaciones y con cierto retraso en el inicio de las obras una vez adjudicadas, los operadores de la plaza de abastos de Caranza ven ahora con satisfacción el avance de los trabajos, pese a que su realización afecta, como no podía de ser de otro modo, a su trabajo diario, aunque no ha tenido que ser suspendido.
Así, tras la reubicación de los puestos en una de las alas del mercado, tanto en la planta superior como en la baja, dejando libre otra en la que se desarrollan las obras, se llevó a cabo la fase de demolición de los viejos puestos. Una labor que está prácticamente concluida y que permitirá avanzar en la rehabilitación de la plaza de abastos, con la construcción de modernos espacios más adecuados a un mercado de barrio, que cuenta actualmente con apenas doce puestos de venta de productos perecederos.
El representante de la asociación de vendedores, Carlos Basoa, ha pasado en estos meses del enfado y la inquietud por incumplimientos y retrasos a la satisfacción de ver el desarrollo de la obra que él mismo señala que va a buen ritmo.
Así, explicó que la zona afectada de la planta de arriba ya está prácticamente libre de escombros y en la de abajo también está muy avanzada la obra, de tal modo que “lo peor ya ha pasado”, explica.
Levantar los nuevos puestos será la última fase del proceso que permitiría que el mercado estuviese nuevamente en funcionamiento a pleno rendimiento y convertido en una plaza moderna y accesible.
Basoa explica que los únicos problemas surgidos por las obras, además del ruido o la presencia de máquinas y trabajadores en el entorno, ha sido al inicio de los trabajos la accesibilidad para las personas mayores, hasta que se instaló por la parte de atrás una rampa de acceso. Por lo demás, los operadores continúan con su día a día, si bien reconocen que el mes de agosto ya no era una época de gran actividad.
La finalización de los trabajos está prevista para enero, aunque todavía confían en que podría estar antes si se agilizan las tareas, y aprovechar así, las ventajas que supondría para las ventas de la época de Navidad.