El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se reafirmó ayer en la petición de su Gobierno al Ministerio de Fomento, que dirige su compañera de partido Ana Pastor, del traspaso a Galicia de la competencia sobre la AP-9, en la línea del acuerdo unánime que fue aprobado en el pleno que acogió esta semana el Parlamento de Galicia.
Tras la reunión semanal del Ejecutivo autonómico, Feijóo defendió que “no es algo nuevo” que este Ejecutivo pida este traspaso, que “llevaba en el programa electoral”. También recordó que, cuando el Gobierno presentó la ley de carreteras, la Xunta formuló una alegación en relación a este asunto que no fue atendida.
“Esas alegaciones no fueron atendidas ni por este ni por otros gobiernos”, ha señalado, para añadir que hay argumentos que avalan esta demanda. Así, ha mencionado que la autopista discurre “íntegramente” por la comunidad y “vertebra casi al sesenta%” de su población.
competencias
Por ello, la Xunta entiende que debería entrar dentro de las competencias que el Estatuto otorga a Galicia.
Además, Feijóo dio a entender que, en manos de la Xunta, la gestión de esta infraestructura sería mejor y que variaría la relación que se mantiene con la actual concesionaria de la infraestructura, se “priorizarían” otro tipo de políticas y las propuestas de peajes que se harían serían “distintas” a las de ahora –con tarifas, por ejemplo, en función de la hora en la que se transita por la autopista–.
También apuntó que las “prioridades” de ampliación de la via se podrían plantear desde Galicia “con mayor concreción y conocimiento”.
“Ningún gobierno, ni este ni otro lo aceptaron, pero seguimos pensando que es una competencia que nos corresponde”, insistió el presidente, quien aseguró que no comparte “la explicación” de que la AP-9 une dos países, toda vez que la autopista finaliza antes de Portugal, en el que se entra “por autovía”.