La ciudad se despertó en la primera jornada del año más vacía que nunca por las medidas de la pandemia

La ciudad se despertó en la primera jornada del año más vacía que nunca por las medidas de la pandemia
Las calles vacías con la única presencia de los servicios de limpieza, dueños de mascotas o deportistas fue la tónica dominante de una lluviosa jornada | jorge meis

El primer día del año 2021 fue todavía más tranquilo de lo que suelen serlo habitualmente las jornadas de año nuevo. Los jóvenes en las paradas de autobús a primera hora de la mañana, tras maratonianas fiestas nocturnas, los tacones en la mano; las visibles resacas; o el ansiado chocolate de locales típicos de la ciudad como desayuno no formaron parte este año de la imagen de Ferrol, una de las ciudades que, con motivo de la pandemia, cuenta con cierre perimetral –junto a Narón– y nivel de alerta medio-alto por afectación de la Covid-19.

El mal tiempo, con fuertes lluvias que provocaron algunas inundaciones, tampoco animó a dejar los hogares en este primer día del año y solo los dueños de perros o los más animados deportistas se dejaron ver en la mañana de ayer.

Las incidencias estuvieron mayoritariamente motivadas por el toque de queda, fijado hasta la una y media de la mañana, para garantizar los desplazamientos de las cenas familiares, aunque a algunos se les hizo escaso y las Policía Local impuso sanciones vinculadas con la normativa de la Covid-19, tanto en cuanto a los toques de queda como al uso de mascarillas.

Así las cosas, en el municipio de Narón se interpusieron casi una veintena de denuncias por exceder el horario permitido para circular. Un control en la rotonda de Freixeiro, entre la 1.45 y las 2.10 dejó cinco denuncias para sanción y lo mismo sucedió en A Gándara, con tres, otras tantas en Xuvia y dos más en Piñeiros. Las demás infracciones fueron nuevamente en Freixeiro y en otros puntos del concello naronés, mientras que en Ferrol la Policía Local confirmó dos positivos por alcoholemia tras sus controles de Nochevieja. y tres denuncias por incumplimiento del toque de queda.

Por lo demás,  no se detectó ninguna fiesta ilegal aunque sí hubo tres denuncias en viviendas por ruidos que se solucionaron con la llegada de la Policía y dos propuestas de sanción en el último día del año por no utilizar la mascarilla.

Las citas de amigos previas a las cenas de fin de año en bares y cafeterías –antes de las seis de la tarde– dejaron algunas aglomeraciones que llevaron a que se produjesen llamadas de vecinos para denunciar tal situación, si bien cuando la Policía llegó ya se estaban dispersando.

También la Policía Nacional intervino estos días en dos altercados, una pelea de jóvenes –en la tarde-noche del jueves– sin consecuencias, y otro en la zona de Catabois, al parecer en una casa ocupada, que se saldó con un herido por arma blanca.

La ciudad se despertó en la primera jornada del año más vacía que nunca por las medidas de la pandemia

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