Hoy entra en vigor la modificación del artículo 48 del Reglamento General de Circulación, que regula la velocidad máxima en carreteras convencionales (vías de un carril por sentido y sin desdoblar y con arcenes de 1,5 metros), hasta ahora fijada en 100 kilómetros por hora y que desde hoy se reduce hasta los 90 kilómetros.
La medida tendrá una escasa repercusión en la comarca, donde hay pocas vías con las características precisas para cambiar el límite. Así, tal y como destacaron desde la comandancia de la Guardia Civil de Tráfico en Ferrol, en la zona son tres viales los que verán reducida la velocidad máxima permitida en algunos de sus tramos.
Así, pasarán de 100 kilómetros hora a 90 la Variante de Ortigueira, la AC-564 que une Cabanas con As Pontes y en la N-561 en un tramo a la altura de Laraxe. Si bien en esta zona desde que se colocó la mediana la velocidad ya se había reducido considerablemente con varios tramos limitados a 70 por hora.
La medida afectará a casi 3.000 señales de la red de y el objetivo principal, tal y como se explica desde el Ministerio de Fomento es reducir la siniestralidad en estas vías, que son las que registran el 77% de los accidentes mortales que se producen en las carreteras. Cabe destacar también que esta limitación de velocidad en vías convencionales es habitual en 14 países europeos, a los que se equiparará también España.
El Gobierno pretende con esta modificación reducir la siniestralidad y cumplir el objetivo establecido e la Estrategia de Seguridad Vial 2011-2020 de bajar a 37 la tasa de fallecidos en accidentes de tráfico por millón de habitantes. En 2017 la tasa fue de 39, tal y como sostienen desde Fomento, desde donde indican además el número de fallecidos en este tipo de carreteras en 2018 ascendió a 877 personas.
La salida de vía se perfila como el tipo de accidente más habitual en estas vías convencionales, con un 40% de casos. Las colisiones frontales, con el 27% de los casos suponen la segunda causa de accidente en estas carreteras.
Y es una diferencia de solo diez kilómetros puede ser vital, tal y como destacaba en su día Francisco Javier López Dopico, teniente del destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Ferrol, en una entrevista a Diario de Ferrol en la que aseguraba que “a veces, la diferencia entre la vida y la muerte pueden ser diez kilómetros de exceso de velocidad”. Tanto es así que el propio
Esta medida, que es la primera de una serie de reformas que prepara la Dirección General de Tráfico, no afecta a más carreteras comarcales, como las AC, porque en su mayoría ya están limitadas a 90 kilómetros por hora al no cumplir con la condición de disponer de un arcén de 1,5 metros que permitiría incrementar el límite máximo hasta los 100 kilómetros.
No obstante, desde el destacamento de Tráfico de Ferrol el teniente López Dopico asegura que a la hora de tramitar multas “normalmente, hasta ahora, aunque el límite está a 90 por no disponer arcén, solíamos considerar el máximo en 100 kilómetros por hora en estas vías”.