Estar en la racha buena le sirve al Racing para adjudicarse partidos aun sin hacer demasiados méritos. Así que la victoria que ayer logró en el derbi de Ferrolterra, el que lo enfrentó al Somozas ayer, fue resultado de esa tendencia positiva. Por lo demás, el equipo ferrolano no había hecho muchos méritos para anotarse los tres puntos en juego ante un oponente que jugó, por una decisión más que discutible, con un hombre menos sobre el campo más de un período. De esta manera, el cuadro verde vuelve a saborear un liderato que confirma que su apuesta va en serio.
El derbi respondió a lo que de él se esperaba. Así que el Racing controló la posesión de la pelota desde el primer minuto ante un rival que se mantuvo bien plantado en su defensa. Sin embargo, las reducidas dimensiones del terreno de juego del Manuel Candocia hicieron que las ocasiones fuesen más bien escasas. Antón de Vicente abrió la cuenta con un lanzamiento desde más atrás del centro del campo que al principio pareció sorprender a Mackay, pero que al final se fue fuera. El Racing, sin embargo, respondió con un tiro de Peláez que detuvo el portero Mandaluniz y un cabezazo de Nano, después de un saque de esquina, que se fue ligeramemente desviado. Pero ninguna llegó a encontrar el premio.
Con este decorado, el partido parecía no salir del guion previamente escrito. Pero una acción a falta de algo más de cinco minutos para el final del tiempo reglamentario cambió la situación totalmente. Fue tras un forcejeo de Golobart, Víctor Vázquez y Quique Cubas, que había visto la primera amarilla poco antes, y que se resolvió con una más que rigurosa cartulina para el delantero de la escuadra somocense, que se quedó en inferioridad numérica con más de un período por jugarse. Y eso, a pesar de que no se notó al principio, fue un lastre para la escuadra local de cara a la segunda parte del partido, en la que iba a tener que soportar los ataques visitantes.
profundidad
La nueva situación, de todas maneras, no profundizó el dominio racinguista que, aunque después del descanso siguió controlando la posesión de la pelota la mayor parte del tiempo, apenas era capaz de acercarse con peligro a la portería contraria. Las ocasiones en las que consiguió mover al rival y sacar partido de su inferioridad numérica fueron escasas y no llegaron a traducirse en gol. Una colada de Vela –que entró para darle más profundidad por banda al cuadro verde–, cuyo pase no fue bien rematado por Borja Domínguez y un disparo de Marcos Álvarez que se fue a las manos de Mandaluniz fueron sus opciones más evidentes.
Pasaban los minutos y el empate seguía vigente en el marcador. Así que el tanto que marcase las diferencias solo podía llegar a través de una acción puntual o de un error de alguno de los dos contendientes. Fue precisamente un fallo en cadena –tanto de los locales como de los visitantes– lo que acabó dejando el balón a los pies de Joselu que, solo delante de la portería rival, no tuvo demasiados problemas para marcar el tanto que acabaría siendo el de la victoria racinguista durante el encuentro disputado ayer.
El Somozas apretó de ahí al final, a pesar de su inferioridad numérica, y llegó a poner en serios aprietos al equipo ferrolano. De hecho, el empuje de la escuadra local se terminó resolviendo con la expulsión de Golobart, así que los dos equipos acabaron el partido con diez jugadores sobre el terreno de juego. Pero los puntos se fueron para un Racing de Ferrol que ayer volvió a dormir de líder... y que esta noche pretende hacerlo durar más.