El área de Urbanismo pretende recuperar parte del esplendor que en su día tuvo la plaza de Galicia como espacio centrado en el peatón y antesala de una de las joyas de la ciudad, el teatro Jofre. La actuación, estimada en unos 600.000 euros, afectará tanto a los carriles de circulación actuales –dos en cada sentido separados por una mediana– como al continuo tránsito de buses, al hallarse en esa zona el intercambiador de transporte urbano e interurbano.
Así las cosas, la actuación prevista será determinada en un proyecto que ha sido adjudicado por 17.968 euros al arquitecto Javier Antonio Franco Rabuñal, y que, a expensas de la solución estética que proponga para cada una de las actuaciones, incluirá la eliminación del surtidor de gasolina de la fachada lateral del Jofre así como el carril que en su día daba acceso a este puesto de servicio. También se eliminarán algunos carriles de circulación, hoy sobredimensionados, dejando eso sí, uno de subida y otro de bajada, de los que hoy están separados por la mediada y que será determinado en el proyecto si esta continúa o se decide su eliminación. Lo que sí permanecerá será la fuente ornamental hoy ubicada en este espacio central, a la que, en el caso de que se opte por la desaparición de la mediana habrá que buscar otra ubicación.
El continuo tránsito y parada de autobuses en esta plaza en la que se construyó hace años un intercambiador de transporte, que no deja de ser una parada de gran tamaño, también será reordenado en el proyecto, teniendo en cuenta, además, que el autor del mismo es el que ha actualizado también el proyecto de la calle de la Iglesia, por lo que la solución que se tome en una y otra obra formará un todo y se integrará de modo que sea operativo para ese espacio conjunto.
Recuperación
La transformación de la plaza de Galicia tomará como base la situación de este espacio como nexo entre dos equipamientos de riqueza arquitectónica como son el teatro Jofre y el edificio de Correos, además de la proximidad con otros elementos significativos como la Casa Romero, el monumento a los Caídos en África o la puerta del Dique del Arsenal.
La fisonomía actual responde a una actuación de los años sesenta en la que se dio prioridad al tráfico rodado y se eliminó el atrio de acceso al teatro Jofre, que contaba con un cierre, obra de Rodolfo Ucha, que ha desaparecido. De este modo, la plaza de Galicia quedó inutilizada para la ciudadanía convirtiéndose en un viario rodado o zona de aparcamiento que actualmente está en mal estado de conservación con grietas y baches por lo que es preciso, como se contempla en la memoria del proyecto, la reformulación para recuperar el espacio como antesala de los edificios-joya de la ciudad.
En la fachada lateral sur del Jofre se actuará de acuerdo con el Plan Especial de Reforma Interior del barrio de A Magdalena, eliminando el surtidor de gasolina en desuso desde hace años así como el vial lateral de acceso al mismo, que todavía permanece.
El proyecto de regeneración de la plaza de Galicia busca convertir la zona “en un espacio agradable”, eliminando así carriles de tráfico considerados innecesarios, de forma que se de más primacía al peatón y conservando, como elemento ornamental, la fuente central de la plaza.
Al hallarse en el ámbito del Pepri del barrio de A Magdalena, la intervención que se llegue a ejecutar en la plaza de Galicia respetará las indicaciones de éste y deberá recibir el visto bueno tanto de Patrimonio de Cultura de la Xunta como de la comisión asesora.
La redacción del proyecto tiene un plazo de dos meses de ejecución y la intervención se considera como prioritaria por el área de Urbanismo, que dirige el edil Julián Reina, especialmente por eliminar el surtidor de gasolina que todavía se encuentra en el centro de la ciudad y para ir recuperando espacio para los peatones, que es uno de los objetivos de este ejecutivo.