Aunque muchos no lo entendieron en su día y la moción de censura provocó en Ferrol una cierta crispación social, a Manuel Couce Pereiro no le cabe ninguna duda de que dar aquel paso “mereció la pena”. Y lo dice una persona que llegó al cargo de alcalde no una sino dos veces por esta misma vía. La primera, la moción que se presentó contra Couce Doce, era inevitable –dice– por la deriva que llevaba el gobierno. La segunda, la que quitó el bastón de mando al popular Mario Villaamil, fue una simple suma de votos –de los mismos grupos, PSOE y Esquerda Unida– que no se hizo efectiva en la sesión de investidura porque no hubo acuerdo a tiempo.
La moción contra Couce Doce se fraguó durante meses, pero no tuvo visos de realidad hasta que Juan Santalla, el concejal del PP que la apoyó, decidió sumarse a ella.
Un año antes de la moción de censura de septiembre de 1988 falló un primer intento a tres bandas (PSOE, EU y CDS) para despojar a Couce Doce de la Alcaldía. No fue fácil...
Nosotros teníamos claro que era necesario un cambio de gobierno, pero no teníamos los votos. Con el transcurrir del tiempo vino a vernos un concejal del PP (Juan Santalla Hermida) para decirnos que si proponíamos la moción iba a votar a favor, porque tenía muchas dificultades en el gobierno. Consultamos a los órganos del partido y nos dijeron que adelante, pero hasta última hora estábamos intranquilos porque pensábamos que se podía echar atrás.
En su día hubo especulaciones de todo tipo sobre las “ofertas” que se le hicieron a Juan Santalla y ninguna era confesable.
Es todo mentira, el acuerdo verdadero era mantenerlo en la comisión de Gobierno y como concejal de Urbanismo –ya ocupaba este puesto con Couce Doce–, además de meterlo en las siguientes listas del PSOE, pero no pudo ser porque la asamblea no lo aceptó.
Supongo que eso no le gustó.
La relación se volvió fría, pero yo no pude hacer nada. Las candidaturas las decide el partido.
Y tampoco volvió a ser lo mismo con su primo Alfonso.
Prefiero no hablar de eso, antes nos llevábamos muy bien, somos primos carnales...
¿Mereció la pena la moción?
Sí. Se hizo una gestión razonablemente buena, se consiguió empezar el derribo de la muralla, vino la Universidad, la autopista Guísamo-Fene, el complejo deportivo de A Malata... Lo que más me contrarió fue no poder evitar la marcha del “Galatea”. Tampoco me gustó la obra que se hizo en la plaza de San Amaro, es un adefesio.
¿Cómo ve el Ayuntamiento en la actualidad?
Hay un gran deterioro, se ha perdido mucha calidad en la política en general y, a nivel local, el Partido Popular está solo en las pequeñas cosas, con una gestión de vuelo rasante que no entra en los grandes problemas.
¿Qué opina de la fragmentación del PSOE local y cuál es su posición ante las Primarias?
La ejecutiva cometió un error al intentar sancionar a la portavoz del grupo municipal, que es una de las mejores políticas que tenemos. Por el bien de la ciudad y del partido, el ganador debe ser Veloso. n